E
L N U R E M B E R G D E
P I N O C H E T |
24 de agosto de 2000 |
Chile: Manifiesto por la dignidad y la
justicia
Gladys Marín
Hoy se ha
producido el hito más importante en la lucha por la dignidad, el
respeto a la vida y a los derechos humanos en Chile.
El desafuero a Pinochet es la condena moral,
social, política y ética a un dictador que cometió crímenes
atroces en contra de nuestro pueblo y en contra de ciudadanos de
otros países.
El mundo recibe con profunda alegría este
fallo judicial, porque es la Humanidad toda la que ha acompañado
siempre el drama que ha sufrido el pueblo de Chile.
No seríamos, en verdad, una sociedad
civilizada. Retrocederíamos más atrás de la barbarie, si la
intolerancia y el terrorismo de estado permanecieran impunes.
Esta es nuestra victoria. Este es el triunfo
del pueblo de Chile. Este es el logro de la tenacidad, de la
consecuencia, de la lucha, que se ha abierto camino mientras los
componedores buscaron el consenso, la negociación y las mesas de
diálogo para obstruir la única forma posible: los tribunales de
Justicia.
La memoria de nuestro pueblo; su historia; la
verdad y la justicia jamás se podrán negociar. Porque si la
impunidad hubiese prosperado, entonces estaríamos todos los
chilenos, sin excepción, expuestos a que estos hechos se
repitieran una y otra vez en el futuro.
Buscamos la justicia, no la venganza, y tenemos
la firme convicción de que el desafuero a Pinochet ayuda a que
las Fuerzas Armadas se separen, de una vez, de quien las condujo a
transformarse en verdugos de su propio pueblo y de no pocos
uniformados, como lo fue un militar de honor, el ex Comandante en
Jefe del Ejército, General Carlos Prats.
La tenacidad y los principios éticos sí valen
en la construcción de una verdadera Democracia. Sí valen en la
acción política. Más todavía, sin ellos, no es posible la
Democracia. Porque cuando muy pocos creían que era posible un
camino, el 12 de enero de 1998 presentamos, ante tribunales
chilenos, la primera querella criminal en contra de Pinochet,
cuando aún era Comandante en Jefe del Ejército y se aprestaba a
asumir como Senador vitalicio y nueve meses antes de que fuera
detenido en Londres.
En estas horas están presentes, con nosotros y
desde nosotros, los héroes y mártires de la lucha social que
entregaron sus vidas por un país independiente, democrático,
libre y justo. Su ejemplo no ha sido en vano.
Hemos pasado de un siglo a otro. Salvador
Allende tiene su monumento en la Plaza de la Constitución, y hoy
los brotes de esperanza surgen con las banderas de mil colores del
pueblo chileno. Hoy, luchamos por las causas que antes otros también
tomaron: Salario digno; empleo para todos; educación y salud sin
marginar a nadie; participación, cultura y recreación sin
exclusiones odiosas. El presente y el futuro demandan de todos
nosotros.
Asumamos la verdad de frente, la tarea de la
justicia plena. En estas horas de legítima emoción y alegría
profunda, convocamos a todos los chilenos a realizar múltiples
actos, asambleas, fiestas callejeras y populares. El dictador ha
sido desaforado.
Con el ejemplo de nuestros héroes.
Con Salvador Allende en la memoria.
Mil Veces Venceremos.
Gladys Marín,
Secretaria General
Partido Comunista de Chile. |