EL "PROBLEMA ESPAÑOL" 

 ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN POLÍTICA, desde el PCE de Valencia.

Estos últimos meses la situación política internacional y nacional ha
sufrido profundos cambios. De que sepamos acertar en el análisis de la
situación y de las perspectivas dependerá que podamos tomar la
iniciativa política, influyendo positivamente en su evolución.

La política belicista unilateral del gobierno de Bush secundado por
Blair y Aznar ha dinamitado los instrumentos generadores de hegemonía
del imperialismo norteamericano: no solamente el Consejo de Seguridad de
la ONU, sino también incluso la OTAN. La grosería de sus falacias era de
tal calibre (incluso sus mentiras en la ONU eran desmentidas por los
inspectores de ésta) que les ha dejado aislados no solamente de la
mayoría de los pueblos del mundo, sino incluso de la mayoría de sus
gobiernos; de algún modo, el "pensamiento único" ha dejado lugar al
"pensamiento cero" en el cuál la única razón era la fuerza.

En estas condiciones, la primera manifestación global de la historia de
la humanidad el 15 de febrero ha representado un punto de inflexión en
el desarrollo de una alternativa mundial al belicismo del imperio. El
movimiento contra la guerra ha adquirido una amplitud que nos remite
como precedente a la aliança democrática contra el nazismo, abarcando
ideológicamente desde la izquierda a la derecha democrática y desde el
marxismo a la Iglesia, y socialmentr desde la clase trabajadora a
sectores de la burguesía que no identifican sus intereses con los de las
petroleras y multinacionales que Bush representa. Amplios sectores
sociales y políticos, socialdemócratas y liberales, que secundaron las
anteriores agresiones norteamericanas contra Irak, Yugoslavia o
Afganistán, no han encontrado razones para seguir a Bush en su zafiedad
asesina. Ahora bien, la misma amplitud y pluralismo de la resistencia a
la guerra se expresa a través de diversas vacilaciones y
contradicciones. Así, si bien el movimiento popular contra la guerra ha
conseguido contrarrestar en buena medida las presiones del gobierno
norteamericano, de modo que la gran mayoría de los gobiernos, incluso
los representados en el Consejo de Seguridad, no han secundado la
agresión contra el pueblo de Irak, la mayoría de ellos no han dado
todavía el paso de condenar al agresor. Está pendiente todavía una
posible convocatoria de la Asamblea General de la ONU para pronunciarse
sobre ello, convocatoria que es hoy por hoy un objetivo central del
movimient contra la guerra. Y la crisis sufrida por la Unión Europea
todavía no se ha superado.

Hay que señalar por otra parte que la defensa de la paz, de las
libertades democráticas y de los derechos sociales, que el Comité
Federal del PCE del pasado 18 de enero señalaba como los ejes centrales
de la acción política durante los próximos meses, no son cuestiones
independientes, sino profundamente interconectadas: la restricción de
las libertades democráticas, que se configura como un instrumento para
debilitar a las clases populares y recortar sus derechos sociales, se
enmarca en la lógica de la guerra.

Por todo ello, y para conectar la defensa de la paz y de las libertades
democráticas con la defensa de los derechos sociales, es importante
impulsar el papel de la clase trabajadora en el movimiento contra la
guerra a través de sus organizaciones sindicales, continuando con las
convocatorias europeas de paros parciales en la perspectiva de una
Huelga Global contra la guerra que desarrolle un nuevo y auténtico
vínculo transatlántico entre la clase trabajadora de los diferentes
continentes, y muy especialmente entre la europea y norteamericana, cosa
que sería un poderoso instrumento para parar la guerra. Al mismo tiempo,
el protagonismo de la clase trabajadora en el movimiento contra la
guerra y el refuerzo de sus lazos internacionales la pondrá en mejores
condiciones para hacer frente a la embestida neoliberal contra los
derechos sociales.

En el Estado Español, el alineamiento de Aznar con Bush le enfronta con
el 90% de la ciudadanía española que se opone a la guerra y lo
manifiesta activamente en la calle y en cada ocasión propicia, dejando
aislado al PP en el Parlamento. Al asumir en las Azores junto a Bush y
Blair la responsabilidad de lo que en la práctica ha sido una
declaración de guerra ampliamente denunciada como ilegal e injusta, y
aunque se ssignen a las fuerzes armadas españolas misiones secundarias,
ha asumido también la responsabilidad del genocidio en marcha en Irak
como resultado tanto directo como indirecto de la operación militar que
incluso en el su nombre, "conmoción y espanto", no oculta sus propósitos
de generación de terror, es decir, terroristas: el precedente de las
guerras anteriores no permite ignorar la catástrofe humanitaria que está
provocando. Y todo ello vulnerando tant la legalidad internacional como
la Constitución Española con una usurpación consentida de las funciones
del Rey que cuestiona la legitimidad de la monarquía, haciendo así de
sus referencias a la legalidad un sarcasmo sangriento, evidenciando que
para Aznar y su Partido la legalidad no remite al Derecho sino al
"ordeno y mando" que tan bien conecta con su pasado franquista, y que en
el terreno internacional, al seguir la lógica del salvaje oeste de su
patrón Bush, queriendo tomarse la ley por su cuenta, por encima de la
ONU, se coloca fuera de la ley.

Aznar, con el apoyo de su Partido Popular, es así culpable del asesinato
de todos y cadauno de los hombres, mujeres, niños y niñas exterminados
en Irak. Es culpable de traición por poner el Estado al servicio de una
potencia extranjera en contra de la voluntad de su pueblo. Y al gobernar
patentamente en contra de esta voluntad está negando la esencia de la
democracia. Todo ello justifica tanto la petición de dimisión que ha
sido presentada por IU como su denuncia ante los Tribunales. Pero
contando con el apoyo cerrado de su Partido Popular con mayoría en el
Parlamento, la restitución de la legitimidad de las instituciones
democráticas requiere la inmediata convocatoria de elecciones generales.

Esta convocatoria, además, permitiría que las elecciones municipales y
autonómicas se centraran, como un instrumento de profundización de la
democracia, en la gestión de los asuntos más próximos a la ciudadanía.
Pero en la su ausencia, estas elecciones han de convertirse
necesariamente en un plebiscito contra la guerra y el comportamiento
asesino, traidor y antidemocrático del gobierno de Aznar con el apoyo de
su Partido Popular.

Hay que tener en cuenta que, de seguir las cosas com hasta ahora, se
puede producir un terremoto en el sistema español de partidos políticos
comparable al que acompañó al hundimiento de la UCD o de la Democracia
Cristiana y el Partido Socialista en Italia. Pero su resultado dependerá
de diversos factores, y en particular de las alternativas que se
configuren al actual gobierno del PP.

Hay que señalar que dentro del movimiento contra la guerra, y debido a
la su gran amplitud y pluralidad social e ideológica, las cuales hay que
preservar como base de su fuerza, se dan importantes contradicciones
sociales e ideológicas. Aunque dentro de este movimiento sea patente el
protagonismo de la izquierda, no se puede caracterizar como un
movimiento de la izquierda contra la derecha: en el 90% de la ciudadanía
española en contra de la guerra hay, como antes señalábamos, una parte
importante de la derecha social, y fuerzas políticas de centro y de
derecha democrática que han tenido y pueden tener actitudes vacilantes y
contradictorias en los conflictos políticos que se producen alrededor de
la guerra, en particular por lo que se refiere a la restricción de las
libertades democráticas auspiciada por el gobierno del PP amenazando con
una grave involución política.

Así hemos visto como, en el marco de la llamada "guerra mundial contra
el terrorismo", se ha abandonado el consenso democrático para aislar a
quien practica la violencia terrorista, sustituyéndolo por la
asimilación a los terroristas de quienes persiguen por medios
democráticos objectivos parcialmente coincidentes con los suyos. Éste ha
sido el espíritu del llamado "pacto antiterrorista" y de la Ley de
Partidos impulsados por el PP y secundados por el PSOE, que por cierto
apoyó también la guerra del imperio contra el pueblo de Afganistán con
la excusa de la persecución del escurridizo Bin Laden.

Ha sido la radicalización del gobierno del PP, alineado con la extrema
derecha norteamericana representada por Bush, la que posteriormente ha
hecho saltar los botones de alarma de sus cooperantes: a la vez que se
lanzaba a defender la guerra contra Irak por encima de los informes de
los inspectores de la ONU, la aplicación interna de la lógica de la
guerra, cuestionando la independencia del poder judicial, llevaba al
cierre de un diario plural, Egunkaria, sospechoso por servir de base
para la promoción del euskera, y a la detención y maltrato de
empresarios valencianos sospechosos por tener relaciones comerciales con
países árabes. La misma lógica se aplica en las actuaciones policiales
que responden a las provocaciones vandálicas en el marco de una
manifestación pacífica reprimiendo al conjunto de ésta.

Por todo ello, la consolidación del bloque contra la guerra requiere que
éste se extienda a la defensa de las libertades democráticas, que
incluyen también la libertad de información frente a las manipulaciones
mediáticas que pretenden minimizar o distorsionar el movimiento contra
la guerra. La dinámica de éste da una buena base para ello, pero
requiere superar complicidades con propuestas involucionistas del
gobierno del PP, desde la Ley de Partidos al Código Penal.

Por este camino se puede ir configurando una alternativa democrática al
gobierno del PP, sobre la base de la defensa de la paz, de les
libertades democráticas y de los derechos sociales en el marco de una
Europa Política y Social y en una perspectiva solidaria con el conjunto
de los pueblos del mundo. Pero para que esta alternativa se consolide es
necesario que se refuerze el papel de la izquierda consecuente,
actualmente representada principalmente por IU y otras formaciones de
ámbito de las diferentes nacionalidades y regiones, y en el caso del
País Valencià por la Entesa.

Es claro que el PSOE ha de jugar un papel importante en esta alternativa
democrática, pero no podemos olvidar sus oscilaciones y actuaciones
pasadas. Aparte de las antes señaladas, hemos de recordar cómo pasó del
"OTAN de entrada no" a defender el mantenimiento en la OTAN, o la
política del su gobierno recortando gravemente los derechos laborales e
incluso auspiciando el terrorismo de Estado. Apoyó también las sucesivas
guerras del imperio contra Irak, Yugoslavia y Afganistán, con o sin la
cobertura de la ONU. Naturalmente, nos hemos de felicitar de que
últimamente se haya opuesto a la nueva contrarreforma laboral del PP y a
la nueva guerra contra Irak, pero no nos hemos de engañar: ni antes era
un partido estrictamente de derechas, ni ahora es un partido
estrictamente de izquierdas. Sería más adecuado caracterizarlo, tal com
últimamente se ha querido definir él mismo, como un partido de centro
que representa socialmente a sectores sociales intermedios, y que en
función de la coyuntura política puede unirse con la derecha o con la
izquierda estricta y hacer políticas de derechas o de izquierdas. Perque
no es cierto, como dice Aznar, que actualmente se haya radicalizado
hacia la izquierda: es la deriva del PP hacia la extrema derecha en
sintonía con Bush lo que está distanciando al PSOE de sus políticas.

Por otra parte, es una incógnita actualmente cómo evolucionará el
espacio político de la derecha a raiz de la previsible caída del PP.
Pero, aparte del caso de Cataluñai y el País Vasco, donde es previsible
que se consoliden las opciones de derecha democrática que representan
CiU y el PNV, hay que prever, como pasó a raiz del hundimiento de la UCD
y de la DC italiana, el surgimiento de nuevas fuerzas de derechas,
aunque en un primer momento se puede producir una situación de vacío que
puede generar tentaciones de ocupación de su espacio desde el centro,
con el consiguiente peligro de derechización de la fuerza política
española que actualmente lo representa.

Por ello, para evitar y contrarrestar esta deriva y consolidar una
alternativa democrática con una política social favorable a las clases
populares, hay que insistir de nuevo en la necesidad de refuerzo de la
opción de izquierdas, que en nuestro caso representa la Entesa, y dentro
de ella de la organización de los comunistas en el Partido. Y por ello,
por lo menos en todas las elecciones en las que rige un sistema
proporcional, es importante que la Entesa aparezca con nitidez, reforza
si acaso localmente con el añadido de otras opciones de izquierdas, pero
sin diluirse en coaliciones con el PSPV-PSOE. Además, en el marco de un
sistema proporcional ello puede permitir un mejor resultado global para
el conjunto de las fuerzas democráticas, estimulando el vot de un
electorado plural por opciones con las que se puede identificar mejor.

Todo ello, claro, sin perder de vista la necesidad de mantener y
consolidar la unidad de las fuerzas democráticas contra la guerra y en
defensa de las libertades y de los derechos sociales, tanto evitando que
la confrontación electoral agudize las brechas entre ellas como
presentándose juntos en aquéllos casos (como las elecciones al Senado)
en que el sistema electoral sea mayoritario.

Porque tampoco hay que menospreciar la capacidad de reacción del PP, a
pesar del aislamiento social en que le ha situado su actuación ante el
"chapapote" y la guerra. La masiva asistencia al acto en favor del PHN
en València el 2 de marzo demuestra, por lo menos, la capacidad de
manipulación que todavía tiene el PP utilizando las instituciones,
presupuestos y medions de comunicación públicos. Pero aunque
manipulados, los asistentes en general estaban allí voluntariamente, por
muy patético que fuera ver a valencianos defendiendo un PHN que tendría
como consecuencia inmediata perder agua buena del Xúquer con la promesa
incierta de agua sanilizada del Ebro a través de un transvase
ecológicamente destructivo para nuestras tierras.

Igualmente, y del mismo modo que el PP intenta provocar un alud de
simpatía hacia sus medidas represivas utilizando demagógicamente la
inseguridad que su misma política social provoca, era previsible que
estimulara provocaciones vandálicas para intentar distorsionar y dividir
al movimiento contra la guerra. De aquí la importancia de estar
vigilantes para neutralizar las provocaciones y denunciar actuaciones
policiales represivas contra acciones pacíficas, como las que ya se han
producido.

El PP intentará también rentabilizar electoralmente eventuales atentados
terroristas, utilizándolos para justificar su política represiva y de
criminalización de los movimientos sociales. Si estos atentados se
producen, habrá que tener agilidad para responder uniendo el rechazo a
la guerra y al terrorismo: si hay alguna coincidencia con el terrorismo,
es la de la lógica de la guerra compartida por ETA y el gobierno del PP,
y desde nuestra coherencia pacifista podemos denunciar la incoherencia
de los que condenan a ETA sin condenar la guerra o condenan la guerra
sin condenar a ETA.

Y desde nuestra coherencia hemos de impulsar la alternativa democrática
por la paz, las libertades y los derechos sociales, enmarcando en esta
alternativa inmediata nuestros objectivos estratégicos anticapitalistas
y antiautoritarios, por la república, el socialismo y el federalismo,
por una profundización de la democracia que incluya la socialización de
los medios colectivos de producción y el derecho de autodeterminación,
pero para avanzar hacia la cual no hay tarea más urgente que deneter la
mano de los asesinos.

 Asamblea de València del PCPV
 València, 3 de abril de 2003


Anarquismo - Antiglobalización  -  Antivirus  -  Archivo Sonoro  -  Argentina  -  Bibliografía/Citas  - Brasil - CCOO -   Ciencia - CineColombia -  Contactos / Foro -  Convocatorias  -  Correo recibido  -  Chile  -  Cuba  -  Documentos -  Documentos militante -  Ecología -  Empleo -  Enlaces -  EE.UU. -  Formación -  Fotografía -  HUELGA GENERAL   - LegislaciónLiteratura  - México   Mundo Insurgente -  No Fumar -  Organigrama -  Palestina -  Plan de trabajo -  Prensa -  Problema Español -  Profesionales y Comunistas -  Resoluciones  - Sáhara Occidental - Salud - SIDA - Sexualidad -   Software Libre -  Venezuela -  XVI Congreso Federal y  -  VI Congreso de Madrid - Yugoslavia
Volver a la página de inicio

Novedades

Sito Web de la Agrupación de Profesionales del Partido Comunista de Madrid  http://www.profesionalespcm.org 
Los comentarios son bienvenidos
(profpcm@profesionalespcm.org): Carta a profpcm@profesionalespcm.org
Teléfono: (+34) 91 539 20 05 Fax. 91 539 03 37
Domicilio Social: C/Fray Luis de León, 11 - Esc. 2-2º (28012) Madrid. 

  Envíanos tu aportación, o comentarios via formulario.
Recomendado reproducir material citando su procedencia..
Gracias por no fumar en los lugares comunes - http://tobacco.who.int GRACIAS POR NO FUMAR EN LUGARES COMUNES