Intermón denuncia las políticas comerciales de los grandes grupos españoles de moda
El Corte Inglés, Zara, Mango o Cortefiel
han bajado los precios que se paga por cada producto en origen a la vez que se
pide una reducción de los plazos de entrega, según la ONG.
Dos informes "Moda que aprieta" y "Más por menos"
elaborados por la ONG
Intermon Oxfam alertan sobre la situación de explotación en que se
encuentran los trabajadores de los países en vías de desarrollo que trabajan
para los proveedores de las grandes empresas textiles.
En los últimos años han bajado los precios que se paga por cada producto en
origen a la vez que se pide una reducción de los plazos de entrega. La
consecuencia es que los trabajadores, en su mayoría mujeres, sufren situaciones
de auténtica explotación. Toda una paradoja si se tiene en cuenta el
progresivo aumento de los precios de los productos en los países de destino.
Intermon Oxfam han emprendido una cruzada cuyo éxito aún está por verse.
Intentan que las grandes empresas textiles adopten políticas responsables que
eviten la situación de explotación de los trabajadores, en la mayoría
mujeres, donde se fabrican los artículos que luego se compran en Europa.
Esta campaña se lleva a cabo después de poner de relieve la situación en que
se encuentran los trabajadores de los países donde está esta producción
textil, recogida en los dos informes elaborados después de más de dos años de
trabajo y cientos de entrevistas.
Negocio
Así, se pone de manifiesto que el 75 por ciento de las trabajadoras del sector
agrícola tiene contratos temporales, con jornadas de 60 horas semanales, y una
de cada tres gana menos del salario mínimo. En Bangladesh, menos de la mitad de
las empleadas del textil tienen contrato y la mayoría ni siquiera tienen bajas
de maternidad o cobertura sanitaria; en Guangdong (China), una de las zonas
industriales de mayor crecimiento del mundo, los más jóvenes hacen más de 150
horas extras al mes.
Según explicó el director general de Intermón, Ignasi Carreras, hace tres años,
una fábrica de confección en un país como Marruecos vendía un pantalón por
3,3 euros, con un plazo de entrega de tres meses mientras que actualmente, el
precio y el plazo se han reducido, a unos 2 euros por pieza, y a entre 15 y 30 días
por pedido. Los datos cobran más relevancia si se tiene en cuenta el aumento
progresivo de los precios que se registran cada año.
Carreras cree que "la causa principal del trabajo precario es el modelo de
negocio", que se traduce en "empleos precarios, sueldos insuficientes,
horas extras obligatorias y no remuneradas, malas condiciones sanitarias y ningún
derecho de sindicación". En su opinión, "los beneficios de la
globalización deben ser para todos y no generar más pobreza, marginación y la
violación de los Derechos Humanos".
Testimonios estremecedores
Los informes recogen cientos de "testimonios estremecedores" de
mujeres a las que ni siquiera se permite ir al servicio con regularidad cuando
están embarazadas, ausentarse un solo día por enfermedad, o quejarse de sus
condiciones de trabajo. Las inspecciones suelen ser también inútiles, ya que
las empleadas son amenazadas con el despido si cuentan la verdad.
También en España se dan estos abusos, en "cientos de talleres" de
pequeño y mediano tamaño (entre 10 y 60 trabajadores), situados principalmente
en Castilla La Mancha, Extremadura y Galicia. La segunda e incluso la tercera
subcontratación aumentan la precariedad, que se agrava aún más en el caso de
los inmigrantes ilegales, habitualmente chinos, que trabajan en turnos de hasta
dieciséis horas.
El informe de Intermón se centra en Inditex -la más avanzada en materia de
responsabilidad social corporativa (RSC), según la ONG-, Cortefiel, Mango e
Induyco/El Corte Inglés, a las que insta a adoptar verdaderas políticas de
responsabilidad.
Las cuatro han deslocalizado parte de su producción, esencialmente a Marruecos,
y al ser líderes del sector "deben comprometerse a incorporar criterios éticos
en su política comercial". Más concretamente, Intermón insta a Cortefiel
(que trabaja en Asia y Marruecos) a ampliar su compromiso y crear un consejo
especializado en la materia. El informe sostiene que el principal agujero negro
se encuentra en la verificación y la ausencia de acciones correctoras.
En el caso de Inditex, con proveedores en 49 países, se trata de la compañía
del sector "que más ha avanzado" en la materia, aunque su principal
debilidad es "la difícil conciliación entre su agresiva política de
plazos y pedidos y la exigencia a los proveedores del cumplimiento del código".
Como punto positivo destaca también la incorporación de grupos locales en la
verificación, "pero estos no deben sustituir a una auditora
profesional".
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