Juanjo Llorente y Jorge Llácer
Reencuentro Comunista
Dicen que tras la tempestad viene la calma. Y a eso parecen abocarnos tanto el partido del Gobierno como la llamada oposición en la campaña electoral del 25 de mayo. Pero, pese al interés por aparentar "normalidad", las próximas elecciones del 25 de mayo forman parte de lo que viene sucediendo en España durante la actual legislatura del PP. Una situación que aun lleva a muchos a preguntarse ¿cómo es posible que se siga manteniendo un gobierno que dio la espalda al 90% de la opinión pública y a millones de ciudadanos en las calles, en un asunto tan importante como la implicación bélica contra Irak, un gobierno que ni siquiera sometió a las Cortes sus decisiones y que contó con el silencio cómplice del Jefe del Estado?, ¿cómo es que las principales organizaciones políticas y sindicales de la oposición, subvencionadas con fondos públicos para la función de representación social, no trasladaron la unidad conseguida en las movilizaciones masivas a una propuesta también unitaria en las instituciones, de urgente alternativa al nefasto gobierno Aznar? La verdadera respuesta es sencilla y a la vez clarificadora: vivimos bajo una apariencia tan sólo de democracia y de soberanía popular. Bajo un régimen de monarquía partitocrática que frente a los grandes problemas del Estado viene mostrando la sola capacidad de eludirlos hasta el pudrimiento y de imponer la confrontación civil, rechazando la esencial reivindicación de los trabajadores y de los pueblos de España de derechos y libertades, de democracia real.
Últimamente lo hemos visto con el decretazo, las privatizaciones y los recortes sociales, el chapapote, la situación en el País Vasco o la guerra imperialista contra Irak. En estos casos y otros muchos, en que los desencuentros con las políticas del PP han sido máximos, con demasiada facilidad la oposición institucional ha terminado por reorientar sus lealtades y volver la espalda a su propia militancia, manteniendo una férrea defensa del sistema que les financia y del Borbón que garantiza la continuidad del poder oligárquico.
Pero los militantes de IU-EU, en su inmensa mayoría, no estamos en esto porque busquemos un cargo o para contribuir a la estabilidad de un sistema que rechazamos y que nos rechaza y desprecia. Estamos para cambiar las cosas, para cambiar la sociedad. Y tenemos que exigir a nuestros dirigentes que respondan a esta inquietud, que es la razón de ser de IU, del PCE.
Exigimos ALTERNATIVAS al gobierno, al sistema.
Sin embargo, frente a la creciente fractura entre las instituciones y la sociedad que muestran los acontecimientos recientes, los principales partidos presentan a las elecciones del 25 M unas propuestas de fondo que persiguen lo contrario. Bajo una campaña presidida por el temor a que estas elecciones sean unas primarias y con el lema "por las personas, por ti", el PP acaba de forzar una reforma de los gobiernos locales que permitirá a personas no electas (nombradas a dedo) dirigir la gestión de los asuntos municipales como concejales. Los socialistas, por su parte, que se presentan bajo el lema "un presidente/alcalde para todos y todas" defienden un modelo de representación municipal que confiere amplios poderes personales al alcalde, en detrimento de lo que defienda incluso su propia organización política. Y también IU bajo el lema "tu gente, tu voto", dirigido a tratar de recuperar el amplio terreno perdido en materia de proximidad al electorado y la sociedad, defiende una versión "participativa" de la gestión municipal, consistente en el "tocomocho" de ofrecer "café para todos" en un reparto de migajas presupuestarias, pero manteniendo el grueso de los gastos municipales anuales fuera de la consideración y control ciudadanos.
No se puede estar de acuerdo con esto. Bajo los habituales tonos declamatorios y palabrería, lo que subyace en el fondo de esta propuestas, y ha venido ocurriendo desde hace tiempo en el funcionamiento interno de las organizaciones es un intento en toda regla de reconversión de los partidos de masas (con fuerte base de militantes y arraigo social) en partidos del régimen, en organizaciones que defienden en primer término un sistema injusto y antidemocrático, tratando de hacer hueco a los intereses y fines particulares de sus dirigentes. Sin embargo, la militancia de izquierdas en cualquier organización o sindicato progresista quiere organizaciones que respondan a los intereses de los trabajadores, de los jóvenes, de los pueblos de España.
Estas elecciones, además, resulta imposible valorarlas sin considerar la situación especialmente sangrante del País Vasco: ¿qué garantías democráticas puede ofrecer una situación en la que, bajo el paraguas de las instituciones judiciales heredadas del franquismo, la oposición acaba de asumir (socialistas) o de acatar (IU) la prohibición por terroristas de unas agrupaciones de electores que cuentan con el aval de decenas de miles de ciudadanos y ciudadanas vascas?. Y eso que el debilitado gobierno Aznar aún no se ha atrevido, en esta legislatura, a una "reforma" más en profundidad de los partidos (y sindicatos, vía reforma de la negociación colectiva), como la que exige la UE para aplicar sus planes. Reformas del estilo de la que por ejemplo acaba de imponerse en Portugal, estableciendo cortapisas administrativas para la libre asociación.
Afortunadamente, los 40 años de dictadura franquista aun persisten en la memoria colectiva, así como la flagrante sumisión de Aznar al imperialismo belicista que lidera Bush, por lo que seguramente las próximas elecciones no contarán con las altas tasas de abstención que acaban de producirse en las del Reino Unido. Pero en nuestro país unas elecciones municipales son y han sido siempre unas elecciones políticas. El 12 de Abril de 1931 trajeron la República, en el año 79 abrieron paso a la primera derrota electoral de la derecha. Por eso, sin ninguna confianza en esta creciente mascarada partitocrática, las elecciones del 25 M constituyen, deberían suponer, un instrumento para las aspiraciones de cambio de una sociedad asqueada por el gobierno del PP.
Porque las movilizaciones vividas en los últimos meses, y años, no sólo han sido "sociales" y "testimoniales", como algunos preferirían, sino también directamente "políticas" y "pedagógicas" para amplios sectores de trabajadores y de jóvenes. Porque la propia coherencia de quienes gritaban "gobierno dimisión" y ahora plantean "ni un voto a los franquistas", se enfrenta ya a la necesidad de organizar un referente unitario por la democracia y las libertades, e independiente de las instituciones y aparatos claudicantes.
¿Tiene esta necesidad y exigencia de alternativa algo que ver con la deriva actual de IU-PC en todo el estado? Hay que confesar que muy poco que ver, desgraciadamente, porque de lo que se trata es de desarrollar una alternativa política real frente al desorden y la barbarie impuestos por el gobierno neofranquista de Aznar, en consonancia con la misma estrategia fascista de su jefe Bush y de la Unión Europea, a su vez en trámite de "constitución" para mejor romper los códigos de derechos conquistados por los trabajadores y los pueblos, así como las organizaciones de ámbito estatal que los defiendan.
Siendo como somos aun algunos militantes de IU y/o del PC, y sabiendo que una organización y una trayectoria de lucha son siempre más que los dirigentes y lobbies que en cada momento pretenden instrumentarlas, preciso es reconocer que ahora la prioridad política no está en apuntalar unas estructuras burocratizadas e inciertas, desde el punto de vista ideológico y programático. Más allá del relativo éxito o fracaso electoral de IU en las próximas convocatorias, una estrategia de izquierdas aquí y ahora tiene ya poco que ver con las organizaciones cupulares que tratan de sobrevivir mediante sopas de siglas y pactos de reparto futuro de sillones.
Para articular un frente político democrático, plural, unitario y de clase, más importantes que las siglas son los colectivos, organizaciones y militantes que se comprometan de verdad con esta lucha, para tirar al gobierno de Aznar y para impedir que cualquier otro gobierno, bajo la bandera que sea, asuma estas mismas políticas con más o menos parecidas formas. ¿Están empleando esta campaña electoral para avanzar por este camino las diferentes organizaciones y colectivos de IU a lo largo y ancho de nuestra geografía? Pues de ello dependerá el que se conviertan en un apoyo para los millones que quieren cambiar este país, o bien en un obstáculo a barrer de su camino.
Campaña estatal por la dimisión del Gobierno: http://www.informacionobrera.org/25ab.html
Tomado de www.rebelion.org
Anarquismo
- Antiglobalización
- Antivirus
- Archivo
Sonoro - Argentina
- Bibliografía/Citas
- Brasil - CGT
- CCOO
- Ciencia - Cine
- Colombia -
Contactos
/ Foro - Convenios
Colectivos - Convocatorias - Convocatorias
defensa FERROCARRIL - Correo recibido
- Chile -
Cuba - Documentos -
Documentos militante -
Ecología -
Empleo - Enlaces -
EE.UU. - Formación -
Fotografía -
HUELGA
GENERAL - Legislación - Literatura
- Memoria Histórica
- México - Mujer-
Mundo
Insurgente - No
Fumar - Organigrama -
Palestina -
Plan de trabajo -
Prensa - Problema
Español - Profesionales
y Comunistas - Resoluciones
- Sáhara Occidental - Salud -
SIDA - Sexualidad
- Software Libre -
Venezuela -
XVI Congreso Federal y
- VI Congreso de Madrid - Yugoslavia
Novedades
