Documentos del militante

  Partido Comunista de España

INFORME AL COMITÉ CENTRAL DEL PCM - 30/IV/03

El PCE e IU deben ser un importante referente moral y político,
capaz de criticar y denunciar, capaz también de proponer, gestionar
y gobernar día a día. Sólo un PCE coherente, unido y activo
será capaz de aportar lo necesario.
De todos y de todas depende.

Paco Frutos. Del Informe del Comité Ejecutivo del PCE de 11 de abril de 2003

Este informe, complementario al del Comité Ejecutivo del PCE del 11/IV/03 recoge, además, algunos de los elementos del debate que motivó en dicho órgano y algunas reflexiones sobre la coyuntura madrileña.

1. La invasión y colonización de Irak, tras el posicionamiento en Afganistán y algunas de las ex repúblicas soviéticas de su entorno, no colma, probablemente, aún militarmente rodeado Irán, los designios del nuevo imperialismo de EE.UU. que cobra en esta fase su más brutal dimensión militar sólo posible tras la caída del bloque del este y frente al que sólo China, más que seguro objetivo final para la completa hegemonía, representa todavía un obstáculo. Ni Pakistán, ni la India, a pesar de sus potenciales atómicos, representarían serias limitaciones en un escenario de tercera guerra mundial constreñido al continente asiático pero de terribles consecuencias para todo el planeta y en el que recompuestas las fracciones hoy disonantes del capitalismo en Europa, incluida Rusia, serían un fiel aliado en la agresión y posterior dominación absoluta de un mercado que representa casi la mitad de la población mundial. Recolonizada, además, el África mediterránea por la UE, abandonada y tribalizada al designio de las multinacionales de las materias primas el África subsahariana y estrechamente vigilada América Latina por los organismos financieros internacionales y la CIA en la que, como siempre, cabe además cualquier intervención profiláctica.

Pero es más probable otro escenario en el que, por los propios efectos de la globalización capitalista, la recomposición de sus fracciones hoy en puja formal se produzca menos apocalípticamente, con un Pakistán sometido a su férrea dictadura militar amiga, una India dominada por la oligarquía indú más reaccionaria que ha iniciado ya una ofensiva en toda regla, masacres incluidas en algunos estados, contra la población musulmana y una Corea del Norte domesticada por su gran hermano chino e integrada incluso con Corea del Sur a través de los designios diplomáticos y financieros de EE.UU. Ese escenario cuenta con la incapacidad revolucionaria de las masas musulmanas de la región, el mantenimiento de la crisis cristalizada entre India y Pakistán y el incremento del justificativo terrorismo islámico.

En el caso de Irak debemos estar muy atentos al papel que su Partido Comunista, verdadera resistencia interna al régimen militarmente derrocado y el primero que ha salido a la calle, incluso con un medio de información propio y que nada tiene que ver con otros partidos comunistas del exilio que pueden aflorar en el proceso que EE.UU. está montando.

En todo caso, el panorama actual de consolidación de un Imperio USA del Oriente Próximo a la medida de los intereses de Israel como potencia hegemónica y gendarme de la zona, sea o no invadida Siria, liquida cualquier veleidad de efectiva soberanía palestina y supone el recrudecimiento de la masacre contra su pueblo y la deportación de sus sectores más combativos a Jordania o el propio Irak, al tiempo que la constitución de un simulacro de Estado Palestino en Cisjordania y una especie de Líbano Palestino en Gaza a la medida de los intereses de su oligarquía. Supone, también, el principio del final de la OPEP -Venezuela sigue en el punto de mira de la administración de EE.UU.- y un serio revés en la construcción política de Europa en la que sus distintas fracciones capitalistas han jugado en la agresión contra Irak el papel que en la crisis de sobreproducción, la lucha por los mercados y el control de la energía, les ha correspondido. Así, mientras Inglaterra sigue sin entrar en la unión monetaria europea, siendo el buque insignia de la penetración financiera de EE.UU. en Europa, la venta de petróleo en euros por parte del Gobierno de Irak poco antes de la agresión ha posicionado a Francia y Alemania frente a la intervención militar, mientras, en ambas, desde la derecha y la socialdemocracia, se operan duras políticas de ajuste contra su clase trabajadora. Bajo la servil y ultraconservadora posición del Gobierno español subyace, bajo su desvelada ideología, la patente de corso concedida por la oligarquía financiera de EE.UU. e Inglaterra para la penetración capitalista del BSCH, del BBVA, de Repsol y de Telefónica en América Latina, mientras ésta última, en connivencia con el Gobierno, mantiene sin resolver la cuestión de SINTEL y anuncia la reducción de diez mil puestos de trabajo en los próximos cinco años.

Los graves acontecimientos en Cuba, independientemente de que requieren una valoración más profunda cuando tengamos más información directa, con el encarcelamiento de conspiradores y ejecuciones de terroristas, deben ser, en sí mismos, condenados en el sentido de la resolución aprobada en el Comité Ejecutivo del PCE. Tan nefastas decisiones en la lógica, además, de no eliminar la pena de muerte, deben mantenernos, no obstante, tensos frente a cualquier ofensiva internacional que pueda desembocar en un intento de atentar contra la soberanía cubana. En todo caso, el retroceso que suponen tales hechos se produce en el momento más inoportuno para el avance de nuestras posiciones y ayudan a la más que previsible recomposición a medio plazo del PSOE con el PP en materia de política exterior que ya se empieza a percibir en el nuevo diseño de la OTAN a la medida de los intereses de EE.UU. y el papel de España en ella o en el papel de NN.UU. en la "reconstrucción" de Irak.

Para nosotros sigue siendo fundamental el "OTAN no, bases fuera" más allá de la actual polémica entre atlantistas (USA, Gran Bretaña, España...) y europeístas (eje Franco-Alemán, Bélgica y Luxemburgo), y la democratización y soberanía de las NN.UU.

2. Es muy probable que cuando el PSOE gane las próximas elecciones generales y le toque administrar la crisis producida por el férreo control de los mercados petrolíferos por EE.UU. y las fluctuaciones del euro frente al dólar, en Francia se haya consolidado la derecha y en Inglaterra el laborismo casi tatcheriano, en Alemania haya sido derrotada la socialdemocracia y en Italia la izquierda siga siendo incapaz de reconstruir una alternativa a Berlusconi que se consolida electoralmente según las encuestas a pesar de las movilizaciones. En función de todo ello, puede que haya triunfado en nuestro área inmediata, por recomposición de la clase dominante y su alineación con EE.UU, la ofensiva contra la clase trabajadora, a la que ya asistimos, que puede ser además el preludio, como en los años treinta, de un nuevo fascismo con la pérdida de muchos de los derechos sociales conquistados y consolidados después de los años cincuenta del pasado siglo, que permita la integración socialmente a la baja del contingente de mano de obra procedente de los nuevos países del este que van a incorporarse a la UE.

Para que otro escenario sea posible, para que Europa pueda ser eficaz contrapeso a la barbarie del imperialismo de EE.UU. -en los que un cambio de administración, sin más, no supondría otra cosa que el cambio de la fracción dominante para los mismos designios de la actual administración republicana - no basta con confiar en que el momento que hemos dado en considerar como "constituyente", el Foro Social Europeo el pasado noviembre en Florencia, y las masivas movilizaciones contra la guerra y el imperialismo anglonorteamericano que se han producido en toda Europa, tengan la continuidad y la fuerza que vienen manifestando si no contribuyen a la derrota de cada derecha en cada uno de los países europeos de primera línea. De ahí la importancia de las alianzas políticas y sociales en cada estado, al mismo tiempo que ayudamos a forjar ese futuro Partido Europeo de Izquierda, en el que cada uno de sus componentes mantenga su perfil y su soberanía para actuar en cada coyuntura estatal concreta, y contribuimos a la síntesis entre los valores del movimiento obrero de los últimos ciento cincuenta años y el creativo estremecimiento de la nueva contestación que expresan los movimientos antiglobalización.

Si abordásemos estupefactos la emergencia de esa "nueva generación política", como enfatiza algún notable miembro de nuestra dirección federal, que aquí en España se ha expresado, en gran parte por primera vez y masivamente en todas sus ciudades por la paz y contra la guerra, olvidando o haciendo abstracción de que, en su inmensa mayoría, esos millones de manifestantes son trabajador@s que, por muy compleja que se produzca hoy su explotación, siguen siendo víctimas de la contradicción principal y de que ella es la causa de ésta y de todas las guerras, nuestra aportación al movimiento real perdería su dimensión histórica cuando es más vigente y necesaria que nunca. Hoy, hasta el 25 de mayo, el tiempo es más de praxis que de teoría, pero esa praxis requiere la explicación a las gentes que todavía no lo intuyan de que las causas de la guerra y de las desigualdades son las mismas, que los que hacen la guerra o la apoyan son los que incrementan esas desigualdades y que Aznar no es un clon desarrollado por el Pentágono a partir de un pelo del bigote de Hitler, sino un político salido de los votos en las urnas de San Blas, de Vallecas, de Carabanchel, de Parla, de Fuenlabrada...

Probablemente es imposible recomponer hoy el movimiento obrero en la dimensión histórica que tuvo, pero hoy quienes contestamos masivamente a la guerra somos trabajador@s.

Sólo como algunos ejemplos, en tanto se han estado produciendo esas masivas manifestaciones por la Paz, Ángel Corcóstegui, de la cúpula del SCH se ha jubilado por "estrés insoportable" con 108 millones de euros mientras los sindicatos siguen sin cerrar el acuerdo de prejubilaciones anticipadas para la plantilla del banco; se sigue tramitando el indulto a los Albertos; y el Gobierno ha concedido la "amnistía" para las emisiones de bancos y cajas en paraísos fiscales por un importe de 14 mil millones de euros.

Por otra parte, la escalada fascista del PP no remite con la contestación ciudadana. El borrador del nuevo Código Militar, del que ahora, ante las elecciones, nadie quiere responsabilizarse, prevé cárcel por manifestarse contra un conflicto armado y reactiva el delito de "derrotismo bélico" incluso en los supuestos de guerras no constitucionalmente declaradas, ampliándose, además, sin precedentes en la democracia las competencias de los tribunales castrenses.

Las recientes medidas electoralistas del Gobierno en materia laboral, social y fiscal ya han sido negativamente valoradas como tales y por sus contenidos por IU. El Manifiesto del PCE para el 1º de mayo da cuenta, en síntesis, de la inmediata ofensiva del PP contra l@s trabajador@s.

3. Pasado el reto de las próximas elecciones municipales y autonómicas, más allá de los buenos resultados de IU que todos valoraremos a partir de su inequívoca posición en los conflictos sociales que desde el 20-J se han producido y del trabajo colectivo efectuado, en relación a todo lo anterior debemos iniciar un debate intenso y productivo en torno a las nuevas realidades sobre las que el Partido ya se ha posicionado en el XVI Congreso Federal y ratificado en sucesivos informes -los movimientos antiglobalización neoliberal y nuestra participación e impulso en todos ellos: Foros Sociales y Plataformas de toda índole- y otras como el incipiente Partido Europeo anteriormente mencionado y el papel del PCE, de IU y del resto de Partidos Comunistas del continente en su construcción. En este sentido habrá que tener en cuenta, como ya advertíamos en el resumen al Informe del Comité Central del pasado 11 de febrero, que la propuesta que se está lanzando desde Refondazione Comunista a partir de las 15 tesis de su Secretario General, si bien tiene en cuenta todos los cambios que supone la globalización y los movimientos no partidarios que la contestan, se hace desde la traumática experiencia del PCI y de la propia Refondazione en su deriva por una política de alianzas mal resuelta en lo institucional que parece haberse saldado, por el momento, en un giro copernicano con énfasis exclusivo en la alianza con las fuerzas sociales emergentes y parte de las fuerzas sindicales. Frente a ello, afirmamos en el mencionado resumen, el carácter históricamente más avanzado, en su contexto histórico, del proyecto de IU que impulsamos hace 17 años.

Por otra parte, el otro gran referente histórico del comunismo de la Europa occidental, el PCF, a pesar de su estrepitosa caída electoral y de militancia activa, sigue negando la posibilidad de una IU a la francesa por su abierto enfrentamiento con troskistas y otras formaciones de la izquierda radical. Tanto en uno como en otro caso, debemos señalar que la política de alianzas de estos dos partidos ha seguido una trayectoria claramente dubitativa, aunque se trata de dos experiencias que han presentado, y presentan, un desarrollo y un sentido muy distintos. Hemos de reconocer que en el caso de Rifondazione sus prácticas han sido altamente valoradas por los nuevos movimientos sociales y ha logrado un notable prestigio entre éstos. Es nuestra tarea aprender y sacar consecuencias, tanto de los errores como de los aciertos de nuestros partidos hermanos, y trabajar en los movimientos sociales y en la construcción unitaria de políticas realmente alternativas y de izquierdas. Ése es el sentido último de la respuesta al ¿qué hacer? que plantea el Informe aprobado por el Comité Ejecutivo del PCE al afirmar que "es momento de derrotar al PP y mandarlo a la oposición sin preguntarse qué vendrá después".

4. Aunque no es hoy nuestra preocupación principal, ni la del conjunto de camaradas que en cada localidad y cada barrio están, con toda coherencia, dedicando todos sus esfuerzos al éxito de las campañas electorales, no podemos pasar por alto -como rigurosamente lo hemos venido haciendo desde su inicio- la sostenida crisis de IU-CM ni nuestra posición y responsabilidad en ella. El 75% de los miembros de su máximo órgano de dirección, el Consejo Político Regional, somos afiliados al PCM. En ese sentido nuestra responsabilidad es, por tanto, altísima.

Desde la dirección federal del Partido empiezan a alzarse voces que reclaman lo, por otra parte, obvio desde nuestros estatutos: un Partido sin corrientes. Pero no es ésa, o no sólo es ésa, la cuestión. Es la consecución de la cohesión en el Partido al mismo tiempo que el mantenimiento del principio un hombre, una mujer, un voto en IU y que ese principio no quiebre esa cohesión. El Partido sigue teniendo dos problemas de dilución, uno de arriba abajo y otro del Partido hacia IU. Se da un alto grado de acuerdo en la política en las direcciones federal y de cada federación y, por el contrario, un, en general, muy débil debate y aplicación de esa política en las agrupaciones como fruto de la incapacidad de las direcciones, de ésta la primera, para hacer comprender la importancia que para el proyecto tiene el trabajo político en todas y cada una de las agrupaciones.

Si el Partido prohibiera la adscripción de l@s comunistas a corrientes de IU estaría propiciando una IU coalición de partidos que ya negamos cuando apostamos por una IU movimiento político, social y, finalmente, cultural. Otra cosa es que IU, e IU-CM, que es la que en este caso nos preocupa, lleve demasiado tiempo funcionando como coalición de corrientes y familias que consolidan direcciones inviables más allá del puro tactismo organicista que hacen imposible la política y quiebran y se recomponen en los momentos de distribuir los privilegios -en el mejor sentido del término- que suponen los cargos públicos.

Conviene afirmar rotundamente, una vez más y más allá de esa responsabilidad colectiva que como comunistas tod@s tenemos en IU, que no ha sido la confección de las listas la que ha motivado la posición de la dirección del PCM, sino que su "resultado" final -incluido el no acatamiento del dictamen de la Comisión Federal de Garantías- ha venido a confirmar todas nuestras preocupaciones previas. El mejor testimonio de que eso ha sido así es lo que en relación a la crisis de IU-CM ha venido aprobando este Comité Central desde nuestro último Congreso.

En todo ese proceso, ni este Secretario General, ni ninguno de los miembros de la Dirección Permanente del PCM, hemos hecho declaración alguna a los medios de comunicación.

Ratificándonos en la crítica a un proceso sin política y con muy escasa participación (el documento político aprobado en el último Consejo Regional ha sido sustancialmente el mismo que se ha retirado en varios Consejos sucesivos por mayoritaria falta de acuerdo con él, ello en la misma lógica de lo que fue la Convención de Leganés) que ha finalizado, además, y como consecuencia de ello, con la vulneración del método estatutario, debemos, no obstante, dar por congelada hasta el 25 de mayo la presente crisis sin precedentes de IU-CM en la esperanza de que las condiciones objetivas, el esforzado trabajo del conjunto de sus adscrit@s, en el que mayoritariamente estamos l@s comunistas en las movilizaciones y en la inmediata campaña, nos van a devolver la confianza de much@s elector@s y atraer hacia IU a buen número de nuev@s votantes. Vamos a estar hasta el día de las elecciones no donde más cómodos estemos, sino donde más útiles seamos.

5. El informe preparado por las Secretarías de Solidaridad y Antiglobalización -que forma parte inseparable de éste- ilustra perfectamente nuestra aportación desde el rescate de las Marchas a Torrejón, a iniciativa de esta dirección, hasta la más reciente manifestación del pasado día 12, a la movilización por la Paz y contra la guerra que debe ser, no sólo el germen del desplazamiento del poder del PP, sino, dado el siniestro panorama internacional, también de la posibilidad de políticas transformadoras de izquierda aquí y, a medio plazo, en el conjunto del estado.

Debemos resaltar nuevamente el decisivo papel jugado en este periodo por la JCM. Por ello, como señala el Informe del Comité Ejecutivo del PCE, debemos hacer lo imposible para intercambiar experiencias y para ayudarles en su trabajo en todos los sentidos.

6. El 26 de mayo, Partido e IU, debemos estar preparados para lo que, en el mejor sentido de la expresión, se nos viene encima: el más que probable cogobierno con el PSOE más allá de lo local. Es una experiencia que nunca hemos tenido en esta Comunidad y no rechazable a priori si queremos ser coherentes con la política de alianzas aprobada que nada tiene que ver con las prisas por pedir del Coordinador Regional y sobre la que la actual situación de la dirección ejecutiva de IU-CM arroja serias dudas por los precedentes de su actuación y por su debilidad.

Si el PSOE nos necesita para configurar mayorías frente al PP en el Gobierno de la Comunidad y en el del Ayuntamiento de Madrid, las urgencias políticas van a plantearse desde el día siguiente a las elecciones sin que den tiempo a operar en el seno de IU-CM ni un balance sosegado de los resultados, ni mucho menos nuevas circunstancias políticas derivadas de las necesarias y perentorias Asambleas Federal y Regional. Por tanto, más allá de garantizar con el voto de nuestros electos el desplazamiento del PP a la oposición, como ocurrió en la Comunidad en el periodo Leguina, un pacto de gobierno sólo puede tener para nosotros el sentido de la aplicación de políticas realmente de izquierdas más allá de la gestión diferencial que, en todo caso, debemos presuponer se va a dar.

La primera premisa para que, ante tal eventualidad, ese impulso de políticas de izquierda se pueda dar pasaría por la inclusión en los programas de IU regional y para el Ayuntamiento de Madrid, desconocidos aún por la organización, de elementos, si no "irrenunciables", dado que en materia de pactos con objetivos políticos, como en cualquier negociación, se puede renunciar a algo para conseguir mucho, al menos jerarquizados y esenciales para garantizar ese impulso transformador que debemos conferir a la política para consolidar y aumentar la confianza de las gentes en nosotros no sólo por lo bien que lo hagamos, sino porque lo que hagamos o contribuyamos a que se haga sea realmente de izquierdas.

No serán posibles políticas transformadoras si los hipotéticos futuros gobiernos de izquierda se limitan a gestionar la enorme deuda contraída por el PP. Habrá que aplicar fórmulas que, asumiendo esa carga, aporten las inversiones necesarias para paliar los graves déficits sociales que la derecha ha dejado a esta región, especialmente en lo referido a: mayores, infancia, mujeres, parados, emigrantes, vivienda y el trabajo como fundamento de todo, no sólo en sí, sino como derechos de los trabajadores que hay que rescatar y ampliar.

Habrá que estar también muy atentos para singularizar nuestra apuesta por la seguridad ciudadana fuera de la puja del miedo en la que el PSOE ya ha caído ante la obscena ofensiva del PP.

La correlación de fuerzas existentes y la fragilidad de la cúpula directiva de IU-CM aconsejan, en segundo lugar, no sólo la ratificación por el Consejo Regional de esos elementos programáticos señalados, sino también la ratificación por ese mismo Consejo de una Comisión negociadora con el PSOE compuesta por pocas personas y representativas de las sensibilidades realmente presentes en IU-CM más allá de los falsos equilibrios que han dado lugar a la actual minoría mayoritaria que configura su dirección ejecutiva.

Si no se consiguen ambas premisas, que no planteamos como panacea sino como necesidad perentoria y sin que ellas por sí solas garanticen la normalidad en una organización que requiere la redefinición política y orgánica que sólo una Asamblea Regional puede conseguir, esa "congelación" de la crisis que cautelarmente necesitamos puede tornarse, pasadas las elecciones, en una tormenta política de primavera de impredecibles consecuencias para nuestro proyecto, aunque no tanto personalmente para los cargos públicos afianzados en sus respectivas responsabilidades pero sin más referente político y orgánico que la incuestionable honestidad de sus voluntades que sólo asienten sobre ellas un modelo de IU al que tod@s debemos oponernos.

La esforzada militancia y entusiasmo por el proyecto de sus adscrit@s, a pesar de todo, debe tener su correlato en la preparación muy participativa de una Asamblea Regional de IU-CM que devuelva el protagonismo a sus hombres y mujeres, como un impulso de abajo arriba, para una política y organización que recupere lo mejor y lo más actual del proyecto y que mantenga la tensión entre lo institucional y lo social y pueda neutralizar la más que previsible deriva del PSOE en sus "responsabilidades de gobierno".

El papel de nuestras agrupaciones, en tal sentido, es fundamental. De nosotros va a depender, en gran medida, que IU recupere su impulso originario e integre todo lo nuevo, siempre en defensa y estímulo de la clase trabajadora.

7. Ante el inminente 1 de Mayo, la ruptura de la unidad sindical por parte de la Confederación Estatal de Comisiones Obreras ha supuesto, a su vez, la quiebra parcial de la unidad de acción de la izquierda frente a la guerra y la posición del PP en ella, en un momento en que la gente empieza a percibir el valor de esa unidad. En todo caso la distinta postura de la Unión de Madrid, la necesidad de restablecer la unidad y que la ofensiva legislativa del PP contra la clase no se va a detener a pesar de su derrota parcial en el 20-J y de las movilizaciones contra la guerra, deben situarnos con más presencia y energía que nunca en esta convocatoria a partir de la cual se reinicia, además, la presencia de los trabajadores de SINTEL y sus familias en las calles de Madrid que, esta vez, van a necesitar más nuestro apoyo y ayuda que en la época del campamento.

Cuanto más importante sea la presencia de l@s comunistas madrileñ@s en ese día de fiesta, conmemoración y lucha que pertenece a nuestro patrimonio histórico y al del movimiento obrero, más estaremos contribuyendo a la recuperación de la acción unitaria y más estaremos ayudando a nuestros camaradas sindicalistas críticos con su actual dirección confederal a cambiar su política.

La huelga de dos horas del pasado día 10, puramente testimonial y con inevitables problemas organizativos dada su duración, no puede sustituir el valor político y social de una Huelga General de veinticuatro horas como respuesta a todas las políticas del PP y que, desde nuestro papel e influencia, debemos ayudar a promover.

Aunque tod@s l@s camaradas de la región han recibido ya una carta personal de Paco Frutos y mía instándoles a garantizar su éxito, conviene recordar el acto conmemorativo y homenaje a Julián Grimau que vamos a celebrar el próximo 7 de mayo, a las 19.30 horas en el Auditorio de CC.OO. de Madrid de la calle Lope de Vega, 40.

8. En relación a la IU que queremos y que l@s trabajador@s necesitan, además de reforzarnos ideológica y estratégicamente en el sentido de lo señalado en el punto 3, seguimos sosteniendo que no hay "sociedad civil" capaz de construir una alternativa socialista fuera del Estado en sus distintas manifestaciones (lo local, lo regional, lo nacional, lo europeo...) y, como siempre, que no basta el trabajo institucional, mucho menos hoy cuando la dirección federal de IU deriva peligrosamente hacia un funcionamiento confederal poniendo en riesgo la dimensión de alternativa estatal del proyecto y la dirección de IU-CM es una mala caricatura de aquélla y se aprovecha de su debilidad y connivencia.

En el reto que suponen para el conjunto de la izquierda los previsibles relativamente buenos resultados electorales municipales y autonómicos y dentro de poco más de un año si no hay adelanto electoral, en las generales, para que el espectro político no se pervierta peligrosamente hacia el bipartidismo vamos a seguir luchando para que IU mantenga sus rasgos característicos y alternativos, su defensa de lo público y de la democracia participativa, oriente política y orgánicamente el trabajo de sus representantes en las instituciones, respete su pluralidad interna, mantenga la tensión del debate y la movilización y sea cada vez más el referente político de los nuevos movimientos y del despertar de la conciencia política sobrevenida en much@s español@s por causa de la guerra en un movimiento que como siempre debe ir mucho más allá de lo electoral pero que no debe perder de vista que el socialismo se construirá democráticamente desde el Estado, más allá de cada proceso electoral concreto, pero también a partir de cada uno de ellos.


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