El
gobierno de Aznar puede ser imputado si incumple los artículos
588, 590 y 595 del Código Penal...
A por ellos: con la Constitución y el Código Penal
Francisco
Frutos, Secretario General del PCE
21 marzo 2003
La guerra, el debate sobre
la guerra, todo lo que gira alrededor de la guerra, no es algo
normal. La guerra mata y destruye, trastorna y aniquila
conciencias, rompe la dialéctica social y elimina la política y
la democracia, las razones, los argumentos, e impone la fuerza
bruta, el sentido atávico, el fascismo. La guerra sólo es justa
cuando se hace para comer y para ser libre y sólo tienen derecho
a hacerla los afectados, y ser ayudados en su liberación por el
resto.
El gobierno de Irak hizo la
guerra contra Irán desde 1980 a 1988. Los Estados Unidos de América
y otros le ayudaron porque entonces se trataba de destruir al régimen
fundamentalista de Irán, aunque ello costara un millón de vidas.
Era aquél el momento en que la llamada "comunidad
internacional", cáscara vacía de humanismo y valores democráticos
y repleta de intereses, hubiera dicho NO y obligado a Sadam Husein
y lo que representaba al inmediato alto el fuego. No lo hicieron
así, e incluso más tarde le hicieron creer al "compañero
útil de viaje" que callarían si éste ocupaba Kuwait. Tenían
diseñado ya un futuro a largo plazo para la zona.
Ahora, 12 años después de
la guerra del Golfo, hacen un montaje construído con mentiras,
propaganda de guerra y falsos sentimientos humanitarios iluminados
por el Dios de la guerra, el más terrible Dios que siempre han
esgrimido los que están dispuestos a asesinar por el interés y
el poder.
¿Quién se cree tantas
mentiras?
A estas alturas casi nadie
sensato y mínimamente informado se cree que Irak tenga armas de
destrucción masiva capaces de amenazar a nadie (Estados Unidos y
el Reino Unido sí las tienen, las han usado y están dispuestos a
volverlas a usar). Van a atacar a Irak, precisamente, porque no
puede defenderse y es una víctima fácil para la cobardía
belicista de Bush, Blair, Aznar y todos los que apoyen el nuevo
genocidio.
Como nadie se cree tampoco
que Sadam Husein y su gobierno estén relacionados con el
terrorismo. El terrorismo ha sido alentado, impulsado y armado por
EEUU y por los países amigos (Arabia Saudí, Emiratos Árabes,
Pakistán etc....) cuando a todos ellos, incluído el Reino Unido
de Thatcher les ha interesado. Irak no es o no era hasta hace
poco, precisamente un país fundamentalista. Ben Laden es hijo del
nuevo imperialismo norteamericano, que, derrotado por el pueblo de
Vietnam, al que gaseó, quemó y destruyó tanto como le fue
posible, aprendió la lección y conspiró sin ninguna traba ética
política, económica y militar con tal de destruir cualquier
antagonismo internacional que pudiera hacer sombra a sus fines de
dominio mundial. El terrorismo es fruto también de las semillas
que anidan en la pobreza, humillación y marginación de millones
de seres que se acercan a la religión desde el odio y el deseo de
venganza.
La cruzada para esta nueva
guerra la encabeza Estados Unidos, a los que los intelectuales orgánicos
de la globalización neoliberal y sus apologetas a sueldo
convierten en los salvadores de Europa de las hordas nazis,
reduciendo la historia al desembarco de Normandía, borrando
batallas imborrables que representaron el principio del fin del
nazismo y a millones de muertos en el campo de batalla o en la
resistencia, silenciando la complicidad de las administraciones
norteamericanas con Franco, o incluso el silencio de ésta el 23
de Febrero de 1981.
La cruzada la encabezan los
que han montado durante todo un siglo las más grandes patrañas
para iniciar una guerra y quedarse con las riquezas y el poder político
de un país, tal como el hundimiento del Maine para expulsar a
España de Cuba y dominar la isla, o la provocación del Golfo de
Tonkin que dio luz verde a los bombardeos contra Hanoi y Haiphong
y todo el territorio de la República Popular de Vietnam. Sin
olvidar la actuación criminal contra Guatemala, Chile, Nicaragua,
el Salvador, Argentina, Uruguay, Brasil..., apoyando golpes de
estado fascistas que han llevado la muerte y el atraso social a países
enteros durante décadas.
Esos, y no los de oración y
misa diaria fraudulentos, son los que hoy encabezan la guerra
frente al pueblo de Irak, que sufrirá de nuevo las peores
consecuencias, y frente a los millones de personas que en el mundo
hemos dicho NO a la guerra.
Piratería, inmoralidad
Y lo decimos no sólo por
razones morales, que también, lo decimos porque la guerra
destruirá más y agravará más la vida de la gente, derrochará
recursos materiales en un sucio negocio de armas (1000 millones
diarios de euros cuesta el sólo despliegue militar), representará
más degradación moral y política para un siglo recién
estrenado. La guerra pretende también convertir a las NNUU y a la
Unión Europea en meras comparsas de los EEUU, más o menos lo que
ha sucedido hasta ahora. Esta guerra es una inmoralidad. Un acto
de piratería basado en la mentira y el cinismo. Se hace para tres
objetivos: quedarse con el petróleo, dominar recursos y
territorios y enseñar al mundo quien manda. A esta aventura nos
ha embarcado Aznar, el gobierno y todos los diputados y diputadas
del PP que votaron por la guerra en el Congreso.
El servilismo de Aznar sería
patético y humillante para los españoles si no fuera trágico.
El gobierno español ha puesto a los pies del presidente de
Estados Unidos más peligroso de las últimas décadas, con menos
luces morales, intelectuales y políticas, y con más intereses
especulativos, la dignidad y el papel político que un país
importante en Europa puede jugar por la paz y contra la guerra.
Debemos continuar con la
lucha generosa, con la tensión moral y social que nos moviliza.
Debemos evitar la guerra y si esto no es posible por la tenacidad
criminal de los otros, crear las condiciones para que nadie tenga
ganas después de ella de emprender otra aventura inmoral como la
que estamos viviendo.
Pero es necesario también
trabajar sin descanso en los centros de trabajo, en las escuelas y
universidades, desde la creación artística y el laboreo manual
para que Bush sea derrotado (su padre lo fue después del Golfo) y
para que las gentes en España le digan a Aznar y al PP: señores
con 8 años tenemos bastante de Uds, gracias por los servicios,
adiós.
Continuar las movilizaciones
e INICIAR YA EL PROCESO JUDICIAL DE ACUSACIÓN AL GOBIERNO DE
INCUMPLIMIENTO DE LOS ARTÍCULOS 588, 590 Y 595 del Código Penal
por declarar la guerra sin ser agredidos, por exponer a los españoles
a posibles represalias y por levantar tropas sin autorización
para el servicio de una potencia extranjera.
El gobierno español y
también la jefatura del Estado, por el mandato constitucional que
les obliga a uno y otro, deben empezar a justificar su actitud.
Tomado
de: http://www.pce.es/contralaguerra/ctra_guerra_op210303.htm
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