IU al Día . ¡PAREMOS LA GUERRA! 20 de marzo de 2003
Estados Unidos y los gobiernos que le dan apoyo han dado comienzo a la
guerra ilegal de agresión contra la población iraquí. Con las primeras
bombas, como no podía imaginarse de otro modo, ya se han causado las
primeras víctimas. Constatamos que la decisión estaba tomada desde hace
meses y confirmamos que los argumentos utilizados no eran si no excusas para
el comienzo de las hostilidades. Sólo la movilización ciudadana y popular ha
conseguido retrasar sus planes y poner en evidencia su inconsistencia.
Las mentiras de esta guerra se han ido desmontando una a una en estas
últimas semanas. El objetivo no era el desarme, porque se ha demostrado que
éste era posible por una vía pacífica. Era evidente también que no había
ningún riesgo inminente de agresión por parte de Irak. Y la última de las
justificaciones, la de la tiranía iraquí, es especialmente cínica. Que
gobiernos como el estadounidense, señalados por alimentar, propiciar y
mantener dictaduras, digan actuar militarmente para llevar la democracia a
este país sería un sarcasmo sino fuera un asunto de tanta gravedad.
La decisión de comenzar la guerra fue tomada por Estados Unidos y secundada
vergonzosamente por Gran Bretaña y por el Gobierno del PP que encabeza José
María Aznar, quienes le han servido devotamente de cobertura. Nadie, sino
ellos, deben arrostrar las consecuencias de un acto de agresión de esta
naturaleza.
Son los Estados Unidos y sus leales vasallos los que han atentado contra el
Derecho Internacional, los que dejan en una situación muy difícil a Naciones
Unidas y a todo el sistema de relaciones internacionales existente hasta
ahora, y los que promueven una situación en la zona de Oriente Medio de
imprevisibles consecuencias. Se trata del intento de poner en marcha un
nuevo orden internacional basado en la violencia, la amenaza y el
autoritarismo. Frente a esta pretensión debemos promover la más amplia
coalición de fuerzas, organizaciones, países por la paz.
Serán los Estados Unidos y los gobiernos que le apoyan los responsables de
la muerte y la destrucción que acompaña una acción bélica de estas
características y ellos, y nadie más que ellos, deberán responder por este
auténtico golpe de estado a la comunidad internacional.
Nos preguntamos cómo es posible que se piense en convencer a las naciones
del mundo y a sus ciudadanías de que puede reforzarse el orden internacional
en contra de las instituciones que le dan sentido. O de cómo puede
promoverse la democracia o la libertad sobre los rescoldos de la muerte y el
drama producido contra un país empobrecido por diez años de embargo y con
una mermada o casi inexistente capacidad de resistencia.
Izquierda Unida quiere ser una más de las voces que se suman a la
indignación y preocupación producida por las consecuencias que los intereses
políticos, económicos y geoestratégicos de los dirigentes de la extrema
derecha gobernante en Estados Unidos están teniendo para la comunidad
internacional. Y compartimos también la repulsa por el compromiso del
gobierno del PP con estos intereses. Consideramos que desde este momento el
gobierno del sr. Aznar actúa de una manera más ilegítima, más ilegal y más
irresponsable.
Por eso, nos sumamos también a aquellos y aquellas que reclaman la dimisión
inmediata de un presidente que actúa en la ilegalidad, desde el desprecio a
las instituciones representativas de nuestro país, en abierta confrontación
con el texto constitucional y con la arrogancia de quien se considera
imbuido por una misión. Su pretensión de hacer que España juegue un papel
relevante en la historia ha comenzado con los días de ruido y furia de una
guerra ilegal y devastadora.
Es evidente que el gobierno del PP y el presidente Aznar han trabajado desde
el comienzo para hacer posible la agresión. Su compromiso no ha sido con la
paz sino con la guerra. Así lo demuestra el envío de tropas a la zona. No
hay participación "humanitaria" en una guerra de agresión. A pesar
de no
estar en la primera línea de fuego estas tropas deben ser consideradas como
fuerzas militares en una campaña de agresión. La ciudadanía española ya ha
dicho lo que piensa sobre esta actitud y haremos lo posible por que el
sistema democrático use sus resortes para que el presidente del gobierno
dimita de manera inmediata.
La decisión de participar en esta guerra aleja a España del mundo árabe y
hace a nuestro país más vulnerable a los efectos del desorden mundial. Desde
Izquierda Unida expresamos nuestra solidaridad con el pueblo iraquí, así
como la solidaridad de la ciudadanía española con el mundo árabe y los
pueblos de oriente medio, lejos de supuestos "choques de
civilizaciones" que
no son sino justificaciones del neocolonialismo norteamericano.
Pero aún hay, pese a la brutalidad iniciada, razones para la esperanza. La
guerra no se ha producido antes gracias a la movilización de millones de
ciudadanos en todo el mundo que han dado una auténtica lección de compromiso
con los valores de la paz. Su activismo y resistencia han retrasado hasta
hoy los comienzos de la actividad bélica y han puesto de manifiesto que esta
es una guerra que se hace en contra de los intereses generales. Es una
guerra por intereses mezquinos que cuenta con el rechazo expreso y abierto
de opinión pública mundial, particularmente intensa en aquellos países cuyos
gobiernos se han comprometido más intensamente con la agresión, como el
nuestro.
Llamamos a mantener la voz de la ciudadanía y de la gente de bien en este
momento secundando aquellas movilizaciones y actividades que denuncian esta
agresión. Creemos que la respuesta ciudadana puede ser un factor decisivo
para detener esta guerra y evitar el desorden que acompaña a esta concepción
imperial de las relaciones interancionales. E igualmente para que aquellos
que la han promovido, instigado y desarrollado, paguen políticamente por
ello.
Por último, la dirección federal de IU hace un llamamiento a todos sus
dirigentes, cargos públicos, militantes y simpatizantes para que participen
con absoluta prioridad en las movilizaciones que se han dispuesto en las
horas inmediatamente posteriores al ataque. En particular, en las
concentraciones convocadas para las 12 horas y las 20 horas en el día de hoy
y en las manifestaciones convocadas para este próximo sábado. Estas
concentraciones se desarrollarán en los ayuntamientos, delegaciones y
subdelegaciones del gobierno, embajadas y consulados estadounidenses y sedes
del Partido Popular. Su lugar concreto se habrá decidido en las respectivas
plataformas locales.
Igualmente, llamamos a los grupos municipales a promover plenos
extraordinarios de condena a esta agresión y a articular medidas de apoyo y
ayuda humanitaria al pueblo iraquí.
Izquierda Unida hace un llamamiento a la serenidad y a la expresión más
nítida del pacifismo en todos los actos convocados en los que debemos pedir
el cese inmediato del ataque, el restablecimiento de la legalidad
constitucional en nuestro país, internacional y la dimisión inmediata del
sr. Aznar.
Mientras podamos salvar una vida ¡paremos la guerra!
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