EUiA tira por la borda cuatro (o más) años de trabajo en Sabadell (la
salida de EUiA de Entesa per Sabadell)
En 1999, ante la retirada de la política activa del alcalde Antoni Farrés,
que había gobernado la ciudad desde 1979, se constituyó Entesa per
Sabadell
(ES), por agrupación de EUiA, la CUP, los Verdes y –a regañadientes, y
después de haber refunfuñado y puesto mil trabas- Iniciativa per Catalunya.
Pero sobre todo la candidatura se constituía por impulso de un numeroso
grupo de ciudadanos y ciudadanas políticamente independientes ("el
Manifest"), convocados y agrupados por un manifiesto firmado por
centenares
de personas, la mayor parte de ellas procedentes del campo de la izquierda,
pero crecientemente desengañados por la marrullería, burocratismo y
oportunismo de la mayor parte de los "políticos profesionales" (y
aquí
bastantes incluían a algunos de los nuestros). Dolors Calvet, que había
sido
concejal del Ayuntamiento durante dos legislaturas, encabezó la candidatura
de la Entesa.
Como dice Juan Guil, la Entesa se quedó a tan sólo 99 votos del primer
partido, el PSC-PSOE, encabezado por uno de los más representativos
"capitanes" del PSC-PSOE, Manuel Bustos, paradigma del político
profesional
ambicioso que -como Martín Villa- ya no se bajará nunca del coche oficial.
Entesa logró 10 concejales, igual que el PSC, pero éste prefirió pactar
con
CiU, con ERC y -después de lanzar sus tentadoras redes- con ICV, dejando a
Entesa, con la poco agradable compañía del PP, en la oposición.
En contra de lo que afirma Juan Guil en su artículo, el PSC no está
"preso
de la derecha local", sino que voluntariamente se ha agrupado con todo
aquello que representa la antítesis de lo que significaron los gobiernos de
izquierda social y política del PSUC desde 1979. Es el anti-PSUC que se
reparte -¡al fín! el botín de la ciudad.
Al poco tiempo de empezada la legislatura la dirección local de ICVdecidió
abandonar la oposición de izquierda y pasarse con armas y bagajes al
gobierno municipal de Bustos. Sólo uno de los tres concejales obedeció la
orden, y fue recompensado con una concejalía. Los otros dos concejales de
ICV que habían sido elegidos en las listas de Entesa per Sabadell
prefirieron ser fieles a su compromiso programático y siguieron -y siguen-
como concejales activos de Entesa. Este concejal que abandonó la Entesa se
convirtió a partir de su entrada en el gobierno PSC-CiU-ERC-ICV en el típico
converso martillo de herejes, que ha hecho el trabajo violento de
hostigamiento a ES que incluso los propios miembros del PSC se han resistido
a hacer.
Durante estos cuatro años el "capitán" Manuel Bustos ha
realizado una
política populista, vanidosa, despilfarradora y sectaria. Ha sido
reprendido
por el Consell Audiovisual de Catalunya por utilizar partidísticamente los
medios públicos municipales (a título de ejemplo, en la web del
Ayuntamiento
ha salido Bustos 358 veces, frente a sólo 2 en que ha aparecido Dolors
Calvet). Su gestión económica ha sido desastrosa, gastando desaforadamente
en protocolo, publicidad y contratación de personas afines. Un Ayuntamiento
que, tras la austera gestión de Farrés era modélico por su saneamiento,
es
hoy uno de los más endeudados, teniendo prácticamente anulada su capacidad
de inversión para los próximos años. Su política cultural ha sido
desastrosa
y cutremente populista: hemos pasado de traer a Ana Belén, Victor Manuel o
Sabina (en la época de Farrés), a contratar para la Fiesta Mayor a la Rosa
de España. Esto es sólo un símbolo, pero muy representativo, de la
cultura
de charanga y pandereta que tanto complace a nuestros incultos
capitanes
(aunque, eso sí, aderezado con algunas gotas de ópera en el teatro del
centro de la ciudad).
La relación del gobierno municipal con las numerosas entidades sociales de
la ciudad ha sido redomadamente sectaria, premiando a los afines y dóciles,
y castigando a los críticos que han rechazado su modelo populista
manipulador de actuación.
La última desdichada operación del imaginativo equipo municipal de Bustos
ha
consistido en aceptar el ofrecimiento del ayuntamiento de Barcelona de
acoger -en una zona rústica de alto nivel ecológico próxima a Sabadell-
nada
menos que una parte del actual Zoo de Barcelona, precisamente la que tiene
menos gancho para los visitantes potenciales.
Todos los estudios económicos coinciden en señalar lo ruinoso que tal
operación resultaría para el Ayuntamiento de Sabadell. La operación Zoo
vino
acompañada de una intensa campaña mediática casi intimidadora,
presentando a
quienes se oponían a semejante dislate poco menos que como
anti-sabadellenses. Pero la ciudad no se ha rendido y sus entidades
ecologistas y juveniles, con el único apoyo político de Entesa per
Sabadell,
rechazan crecientemente el descabellado proyecto.
Pues bien, todo esto (zoo incluido) lo ha ido haciendo el PSC-PSOE con el
consentimiento y aplauso del concejal de ICV. En el mismo período 1999-2003
Entesa per Sabadell ha ido ejerciendo una oposición políticamente muy
firme,
pero con unas formas respetuosas y constructivas. Ante la falta de proyecto
político de altura por parte del conglomerado municipal PSC-CiU-ERC-ICV,
que
se ha limitado a vivir de las rentas de los proyectos de la época de Farrès,
Entesa ha ido proponiendo diversas cuestiones en el consistorio: la campaña
para construir 100 ascensores al año en la ciudad (hay muchos bloques, mal
construidos en la época de la especulación y de la aluminosis); la campaña
por la construcción de una guardería municipal al año; las propuestas de
revitalización de los proyectos educativo y cultural de la época anterior,
que ahora duermen en los cajones de los respectivos concejales; un Plan
global de Inmigración, y muchas otras cosas que las hemerotecas recordarán
como ejemplo para años venideros.
Al acercarse las elecciones municipales, Iniciativa -que aunque está en el
gobierno municipal es una organización prácticamente inexistente en la
ciudad (sus asambleas de afiliados son, exactamente, de 20 personas), ha
lanzado una OPA hostil a Entesa per Sabadell, ofreciendo una coalición
hegemonizada, por candidatos y por símbolos, por ICV. Si el referéndum que
decidió el pacto asimétrico entre ICV y EUiA no hubiese dado el resultado
que dio, su surrealista ofrecimiento no hubiese tenido ninguna consecuencia,
o tal vez -dada la generosidad de Entesa y su carencia de rencor- el hijo
pródigo hubiese sido acogido con alborozo en el regazo de la Entesa. Pero,
desde el desdichado momento en que se decidió que EUiA volviese con el rabo
entre las piernas a la casa común de Iniciativa, las cosas han cambiado
fuertemente. La organización local de EUiA, que hace dos años contaba con
dos centenares de afiliados, y que hoy está cada día más debilitada ante
el
creciente abandono de los jóvenes y de los críticos (aunque se intente
compensarlo afiliando a personas mayores, muy alejadas desde hace tiempo de
toda actividad y presencia), inexplicablemente aceptó el ofrecimiento de
ICV
de ir conjuntamente a las elecciones de forma subordinada a ICV, cuando lo
lógico hubiera sido que el obligado pacto nacional se hubiese concretado en
Sabadell bajo la hegemonía de EUiA, más numerosa y más presente en la
vida
política local que el aislado puñado de 20 militantes de ICV. La asamblea
de
EUiA que refrendó el pacto negociado por la dirección local con ICV lo
hizo
por 21 votos frente a 7.
Obsérvese lo patético de las cifras, y observa también, Juan Guil, que
esto
no es "prácticamente por unanimidad", sino 75 a 25, o tres a uno,
si
prefieres.
Entesa per Sabadell aspira a convertirse -y lleva camino de ello-
precisamente en aquello que quería ser EUiA en sus ilusionados y cada vez
más lejanos tiempos fundacionales, antes de que se rindiera sin condiciones
a los políticos profesionales aferrados permanentemente a la ubre. Por eso
no tenía por qué tragarse ese humillante ofrecimiento. Porque aceptar las
condiciones planteadas por ICV de ir conjuntamente bajo sus siglas (y con la
microscópica sigla añadida de la fantasmagórica Esquerra Alternativa y de
la
EPM) era aceptar el desmantelamiento de los principios que estaban en la
base de la creación de Entesa per Sabadell: una nueva forma de hacer
política, no profesionalizada ni burocratizada, con personas que pasan por
los cargos públicos y después regresan tranquilamente a su trabajo
habitual,
y en donde el que se mueve (es decir, el que trabaja) es precisamente el que
sale en la foto, al revés que en las organizaciones políticas clásicas.
La asamblea de Entesa rechazó la OPA de Iniciativa, y contrapuso a cambio
un
pacto sobre la base de la política rigurosa de oposición realizada en
estos
4 años al populismo del capitán Bustos y su presentación como
alternativa
de gobierno al PSC, es decir, un pacto hegemonizado políticamente por
Entesa, basado en la correlación de unas y otras fuerzas (Entesa tiene 9
concejales, frente a uno sólo de ICV), planteado sobre la base del programa
común de 1999 (cuando ICV se presentó dentro de Entesa). Entesa no
podía
aceptar el pacto leonino que presentaba ICV, ya que ello equivalía a
hacerse
el hara-kiri, a entregarse sin más al PSC-PSOE, ya que a ojos del ciudadano
medio de Sabadell, Iniciativa es indistinguible del PSC.
Durante estos años, además de la inclusión formal de los afiliados y
afiliadas de EUiA en Entesa, un grupo de afiliados de EUiA hemos trabajado
muy activamente en el nuevo proyecto, porque vemos en Entesa per Sabadell un
ejemplo de esta nueva izquierda alternativa hoy paradigmáticamente
representada por el movimiento antiglobalización "Otro mundo es
posible" y
por las Plataformas contra la guerra. La práctica política de Entesa per
Sabadell ha estado guiada por la búsqueda de unas formas nuevas de hacer
política, más flexibles, sin la rigidez, jerarquización y
casi-militarización de los partidos clásicos, que era precisamente a lo
que
aspiraba EUiA en su asamblea fundacional.
Por eso hemos decidido permanecer en Entesa per Sabadell, y seguir
trabajando localmente para, de forma descentralizada, ir construyendo paso a
paso esos nuevos instrumentos políticos que han de complementar primero, y
sustituir más tarde o más temprano, a las organizaciones que anteponen el
mantenimiento en las instituciones a la coherencia y a los principios.
Mal se presenta el panorama para EUiA en Sabadell, sumergida bajo las siglas
de ICV, fuerza política subordinada al PSC-PSOE por sus interesados pactos
en algunas de las instituciones más importantes de Catalunya. La llamada
"izquierda transformadora" (ahora no me refiero a ICV) está cada
vez más
hostigada por los partidos de la derecha, que quisieran encerrarla en un
ghetto. Pero por otro lado, sigue siendo mirada con desconfianza por
los
miembros de las nuevas organizaciones que están dirigiendo políticamente
la
oposición planetaria al sistema capitalista, que ven en ella tan sólo el
residuo de la alternativa que fracasó en el siglo XX. Por eso EUiA ha
desperdiciado en Sabadell una ocasión de oro para vincularse estrechamente
a
estos colectivos emergentes y ha mostrado sus desnudeces con su pacto de
subordinación a ICV.
A los concejales elegidos bajo la coalición ICV-EA-EPM en Sabadell les
aguarda el pacto con el capitán Bustos, si es que éste vuelve a ganar a
Entesa per Sabadell. Y si hay algunos de EUiA que se resistan a este pacto,
probablemente se sentarán, cuando riñan con sus socios de ICV, en los
bancos
de la oposición, junto a los de Entesa per Sabadell. Pero ya no será lo
mismo.
Guillermo Lusa Monforte (afiliado a EUiA, profesor de la Universitat Politècnica
de Catalunya, vecino de Sabadell)