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Texto del artículo:
Convocatoria del actoFue el 15 de junio de 2012, durante una conferencia en Sabadell, cuando Julio Anguita propuso la creación de un Frente Cívico con el fin de hacer frente a la situación de excepción política, económica y social que vive España. Pocas horas antes, cuando estaba preparando su intervención sentado en un banco de un parque barcelonés, Anguita se encontró casualmente con el filósofo comunista Francisco Fernández- Buey que fallecería tan solo dos meses después de aquel encuentro. El discípulo de Manuel Sacristán, estaba librando su lucha contra la enfermedad que lo golpeó mortalmente pero no dudó en animar a Julio Anguita para que emprendiera esta nueva batalla política. Desde el mes de junio, la iniciativa del Frente Cívico se ha ido ampliando a diferentes ciudades españolas, las mismas que Anguita ha visitado con el objetivo consolidar un proyecto que define como “ciudadano y de contrapoder” que se propone celebrar una Asamblea Estatal dentro de unos meses, coincidiendo con la fecha del 15M.
El pasado 16 de noviembre de 2012 fue el turno de Madrid, en donde quedó constituído en una asamblea celebrada en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense. El sábado, 9 de febrero, representantes de los distintos Frentes Cívicos constituídos en todo el país es reunieron en Rivas VaciaMadrid, en donde aprobaron una importante serie de resoluciones. Y el domingo, día 10, Anguita, en compañía de Juan Carlos Monedero, profesor de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad Complutense de Madrid, y de Víctor Ríos, historiador e investigador del Centro de Estudios sobre Movimientos Sociales de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, presentó el Frente Cívico Somos Mayoría ante unas quinientas personas que se congregaron en el Salón de Columnas del Círculo de Bellas Artes en un acto que Crónica Popular retransmitió en directo.
El primero en tomar la palabra fue Juan Carlos Monedero. En su alocución, el profesor de la UCM sostuvo que los ciudadanos están obligados a comprender la magnitud de la tragedia que vive España, basada en el hecho de que “estamos ante una crisis no en el sistema, sino del sistema”. En su opinión, el Frente Cívico tiene la obligación de entender que una parte de los problemas de España son problemas compartidos con el resto de Europa, pero que existen otros que son “específicos del país”.
En este sentido, Monedero señaló que “somos un país que dificulta el cambio, un país individualista y clientelar. Somos un país irreverente con el poder, pero obediente con el poder. Un país resignado al que veces le da más pánico ver un contendor ardiendo que ver a un policía matar a un muchacho con una bala de goma”. Tras esta afirmación, Monedero destacó la figura de Anguita como “una de las primeras personas que tuvo el coraje de sacudir por los hombros a un país autocomplaciente por el relato de la transición” y habló de los ciudadanos a los que se dirige el Frente Cívico, que constituyen “la España leal”, algo bien distinto a la que se refieren quienes se llenan la boca de la palabra España y tienen sus cuentas en un paraíso fiscal.
El Frente Cívico se ha planteado desde el inicio como un espacio de participación independiente de referencias políticas, cuestión que ratificó Víctor Ríos al señalar que, si bien la presencia de Anguita “es una garantía de honestidad”, el Frente Cívico es “mucho más que un proyecto de Julio Anguita. Es el proyecto que hemos asumido decenas de miles de ciudadanos que aspiramos a ser centenares de miles, luego millones”.
El historiador sostuvo que “aspiramos a que la mayoría social se reconozca como tal, se organice y haga valer su peso, y que tome conciencia del enorme poder que tiene si se despierta y se levanta”. “En nuestra mano está acabar con este régimen o permitir que se perpetúe, travestido por nuestra pasividad e indiferencia. Si los de abajo no actuamos, si nos dejamos vencer por el fatalismo, otros vendrán a cambiarlo todo para que no cambie nada”.
Cuando llegó el turno de Anguita, la expectación entre el público era más que evidente. El ex secretario general del PCE partió afirmando que no iba a hacer ningún resumen sobre la situación del país, por ser de sobra conocido. A cambio, lanzó la que, según dijo, era la pregunta fundamental frente a la problemática de España: “¿qué hacer?”, “¿Qué hacemos?”. Ante un salón completamente en silencio, agregó: “Cuando este acto termine, cuando se apaguen los aplausos, ¿qué vais a hacer vosotros mañana y pasado?… Este es el desafío al que quiero que vayamos respondiendo”.
Tras este emplazamiento inicial, Anguita señaló como una de las grandes tareas del Frente Cívico el atraer a la mayoría social de la cual forman parte todos los que tienen algún problema en este momento, “el parado, el hijo del parado, los jóvenes, los pequeños empresarios”, una mayoría con la que no es fácil trabajar porque “es una mayoría que está en su casa, no está en la calle”. Para conseguirlo, afirmó que era necesario “dejar el discurso declamatorio y realizar un trabajo del día a día, a través del diálogo, la persuasión y el ejemplo”.
Como otra forma de atraer a la mayoría social, Anguita señaló la necesidad de identificar los elementos comunes que les afectan con el fin de construir un nexo mediante un programa que, se apresuró en aclarar, debe ser “un programa de lo inmediato, de los concreto, de lo que necesita solución urgente”. En opinión de Anguita, la única manera de construir un programa para una mayoría tan diversa es basándolo en propuestas sencillas. En un programa de lo concreto. Como ejemplo, mencionó dos de los 14 puntos planteados por el Frente Cívico: un salario y una pensión mínima de mil euros. “¿Quién va a decir a esto que no?”, se preguntó. Ambas propuestas, al derivar en una discusión sobre cómo financiarlas, permitirían debatir, por ejemplo, respecto a la necesidad de una reforma fiscal. Utilizando ejemplos como éste, Anguita explicó cómo se pueden discutir los grandes temas políticos con la mayoría social, siempre a través de cuestiones concretas y siempre partiendo desde lo cotidiano.
Y afirmó: “Ciertos cantos de sirena han intentado convencerme de constituir un referente electoral para detener a la derecha”. Ante ello, el excoordinador de IU se preguntó: “¿Qué partido político vamos a formar con esa mayoría plural, qué clase de candidaturas?”. Además, sostuvo que el poder real no está en el gobierno, que solo es el capataz de la finca, “el manijero”, según se dice en su tierra cordobesa, sino en la banca, en las multinacionales y en los medios de comunicación dominantes que difunden lo que el poder quiere, y que “lo que importa es que esto cambie. Si esto gana, yo, como comunista, sentiré que mi bandera ha conseguido llegar ahí”. Para él, las banderas y los símbolos hay que dejarlos en las sedes de los partidos políticos.
En esta misma línea, Anguita sostuvo que el Frente Cívico debe constituirse en un contrapoder capaz de socavar, lentamente, el estado actual de las cosas. “Si el poder es violencia institucionalizada y legal, el contrapoder es la exhibición de fuerza tranquila, a lo Gandhi“, sostuvo. Y agregó: “¿Qué queremos hacer? ¿Una representación de mártires en donde vamos a quedar muy bien ante los demás, pero donde vamos a perder, o queremos trabajar para conseguir un poder más sencillo, pero sabiendo lo que tenemos? “. La batalla es dura, sostuvo, “porque hasta que no consigamos que esa inmensa mayoría salga a la calle, no habremos conseguido nada“. Al finalizar, señaló: “Para esto hay que tener una paciencia revolucionaria. El que no la tenga, que deje esto y se vaya a hacer discursos“.
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1. Presentación de Pilar García
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2. Intervención de Juan Carlos Monedero
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3. Intervención de Víctor Ríos
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4. Intervención de Julio Anguita
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