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Texto del artículo:
Después de dos días de trabajo en favor de la integridad regional, concluyó en La Habana, la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), con la aprobación de importantes documentos entre los 33 estados miembros, como el Plan de Acción 2014 y la Declaración de La Habana con 83 puntos y el traspaso a Laura Chinchilla, presidenta de Costa Rica, de la presidencia pro-témpore de la agrupación.
Atributtion: Presidencia de la República del Ecuador
Una o dos décadas atrás, una cumbre de países en Cuba parecía imposible. La integración que ha tenido el gobierno de Raúl Castro en el concierto de Latinoamérica y el Caribe, muestran que existe, a pesar de la diversidad ideológica, una conciencia e identidad latinoamericana. La II Cumbre de la CELAC, que se llevó a cabo en la capital cubana, nos muestra un continente que está dispuesto a trabajar por cosas en común.
Sin duda, la diferencia que se ha dado a lo largo de la historia de América y los proyectos nacionales de cada país, han dificultado un proyecto único. Raúl Castro hizo mención a aquellas diferencias en su discurso de inauguración: “sabemos que entre nosotros hay pensamientos distintos e, incluso, diferencias, pero la CELAC ha surgido sobre el acervo de doscientos años de lucha por la independencia y se basa en una profunda comunidad de objetivos. No es la CELAC, por tanto, una sucesión de meras reuniones ni coincidencias pragmáticas, sino una visión común de la Patria Grande latinoamericana y caribeña que sólo se debe a sus pueblos.” Esa lucha por la independencia, hoy se da a través de cómo va tomando fuerza esta comunidad de países y generando una contraparte que son Canadá y Estados Unidos y su modelo económico.
Pero CELAC es posible gracias a que sus 33 países integrantes ya no son los mismos de hace un par de décadas. Además, Cuba, el referente latinoamericano del socialismo, ha empezado con un régimen de apertura y está cerca de varios países del continente: Venezuela, Bolivia y Ecuador son sus más cercanos aliados. Otros países de gobiernos progresistas también están cercanos a La Habana, como Argentina, Brasil y Uruguay, por mencionar algunos.
En Latinoamérica, en la última década, ha crecido un ánimo anticapitalista, ya no sólo socialista y de diverso cuño, que lucha contra la desigualdad generada por el modelo económico. Los movimientos sociales que han emergido en los últimos años es muestra de ello. América ya no es la misma. Pero Cuba tampoco lo es. La apertura en varios temas, muestra que el gobierno de Raúl Castro está dispuesto a integrarse a un mundo que ya dejó atrás la Guerra Fría y el espaldarazo viene de los países de su continente: la isla necesita de Latinoamérica y ésta, necesita de Cuba.
Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dominica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Granada, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, Panamá, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y Las Granadinas, Santa Lucía, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.
La presentación oficial del bloque regional CELAC se realizó en Diciembre 2011 en Caracas y para muchos marca una nueva etapa en la vinculación regional latinoamericana con los Estados Unidos.
La CELAC fue creada en febrero del 2010 en una sesión de la Cumbre de la unidad de América Latina y el Caribe, en la ciudad de Playa del Carmen, México. Este bloque regional surge como una especie de unificación del Grupo de Río y la Cumbre de América Latina y el Caribe.
De allí que los miembros de CELAC se declaren contrarios al bloqueo económico impuesto por Estados Unidos, cosa que no sucedería en una cumbre de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde existiría la presión de Washington para instalar una democracia neoliberal más acorde a sus intereses en la isla. El presidente de Ecuador dijo que “la única forma de liberarse del imperio del capital es la integración real de las naciones del área. Vemos con pesar que las expresiones colonialistas no han desaparecido, después de 200 años de independencia”, además cuestionó la legitimidad de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, adscrita a la OEA, dominada por Estados Unidos, el cual no ha ratificado el Pacto de San José sobre el tema.
La potente señal enviada al país del norte, con la entrega de la presidencia Pro tempore de CELAC a Cuba, es la muestra de la unidad del subcontinente el cual rechaza el bloqueo impuesto y sustentado en argumentos de la Guerra Fría. Pero también es la señal de que Cuba también ha cambiado y que convence a gobiernos de países que practican el neoliberalismo como Chile. Raúl Castro señala que las diferencias son reconocidas pero que es parte de la diversidad de los países que conforman CELAC: “Poco a poco, vamos creando una Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños que hoy se reconoce internacionalmente como representante legítima de los intereses de la América Latina y el Caribe(…) Igualmente, hemos ido acercando nuestras posiciones y, a pesar de inevitables diferencias, se fomenta un espíritu de mayor unidad en la diversidad, que debe ser el fin último”.
El tema central de la cumbre se instaló en la lucha contra la pobreza, el hambre y la desigualdad”, que cruza incluso a los países con buenos resultados económicos y que practican el modelo neoliberal. Los datos entregados por Castro, apoyado en estudios de la CEPAL, son elocuentes: la tasa de pobreza alcanzó en 2012, como mínimo, un 28,2% de la población, o sea, 164 millones de personas, y la de indigencia o pobreza extrema, el 11,3%, lo que equivale a 66 millones de habitantes de la región. La pobreza infantil afecta a 70,5 millones de niños, niñas y adolescentes, de ellos 23,3 millones en pobreza extrema. El 10% más rico de la población latinoamericana recibe el 32% de los ingresos totales, mientras que el 40% más pobre recibe solo el 15%.
Atributtion: Presidencia de la República del Ecuador
Datos como estos requieren un trabajo en conjunto de los miembros de CELAC. A pesar de la crisis internacional, América Latina y el Caribe se encuentran empoderados ante el gobierno de Barack Obama, tanto económica como socialmente. Cada vez menos se depende del país del norte para superar los problemas que se le presentan.
Un continente rico en recursos naturales y humanos son la base, según Castro, para superar la situación de pobreza, desigualdad y que contribuye a un verdadero proceso de desarrollo: “Con algo más del 15% de la superficie terrestre y el 8.5% de la población global, la región cuenta con un porcentaje apreciable de las reservas minerales no renovables más importantes, con un tercio de las reservas de agua dulce, un 12% del área cultivable, el mayor potencial mundial en la producción de alimentos y el 21% de los bosques naturales(…) esa riqueza debe convertirse en el motor para la eliminación de las desigualdades”.
América Latina en esta cumbre es declarada una zona de paz. Sólo basta con mirar el resto de los continentes y será posible ver que es así. Ese contexto es un motivo más para tener confianza en la región. Paz y desarrollo están vinculados directamente. “No puede haber paz sin desarrollo, ni desarrollo sin paz: “Por eso nos hemos propuesto proclamar a nuestra región como una Zona de Paz que destierre para siempre la guerra”, agrega Castro.
Cuba, Latinoamérica y el Caribe ya no son los mismos y CELAC se transforma en una plataforma para la cohesión entre los países que la conforman, es el nuevo paradigma de cooperación regional e internacional, como dijo Castro y que se adapta a la realidad latinoamericana y que se basa en los principios del beneficio común y la solidaridad. Reducir la pobreza, las desigualdades en ámbitos tan sensibles, como salud y educación y así lograr la paz social, ratificando el camino de desarrollo que muchos países del continente han tomado es la misión de la agrupación.
Descargate PDF con la Declaración de la Habana completa: Declaracion de La Habana
Fuente:
http://nuevageopolitica.blogspot.com/2011/11/que-es-la-celac-el-nuevo-bloque.html
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