Testimonio de activista de Greenpeace antes de ser detenido por bloquear un buque de guerra estadounidense en la base española de Rota.
“Los policías que van a arrestarnos nos felicitaron por lo que hicimos”Daniel Rizzotti, el argentino que capitaneaba el barco de Greenpeace que ayer bloqueó un buque militar estadounidense en España, habló con Página/12 antes de ser arrestado. Este es su testimonio. |
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Un helicóptero de la Guardia Civil Española intenta detener a activistas de Greenpeace. El “Rainbow Warrior” bloqueó un buque de las FF.AA. de EE.UU. con material bélico rumbo al Golfo Pérsico. |
Un barco de Greenpeace, el “Rainbow Warrior”,
bloqueó ayer el puerto militar de Rota, al sur de España, para impedir el
paso de un buque estadounidense que llevaba armamentos hacia el Golfo Pérsico.
Dos activistas abandonaron el “Rainbow Warrior” y se encadenaron a una
barrera. Fueron detenidos por la policía española, pero el resto de los
activistas se encerró en la cabina del barco. En la madrugada de hoy, y después
de una tensa espera por parte de ambos bandos, la policía rompió los vidrios
de la cabina y arrestó a los 28 tripulantes del “Rainbow Warrior”. Antes
de que lo detuvieran, Página/12 pudo hablar con Daniel Rizzotti, el argentino
que capitaneaba el barco, que pidió a los argentinos que concurrieran a la
marcha contra la guerra rumbo a la embajada norteamericana que tendrá lugar
hoy en Buenos Aires y da aquí su testimonio de cómo fue la lucha de ayer
frente a las costas de España.
No es la primera vez que Rizzotti es arrestado por oponerse a la guerra en
Irak. Hace un mes, este tucumano de 36 años fue arrestado frente a la costa
holandesa por bloquear el paso de un buque estadounidense que iba hacia al
Golfo. El miércoles pasado, tuvo que comparecer ante la Justicia británica
por bloquear el paso de varios buques en el puerto de Southampton en enero
pasado. Estuvo en la Marina Mercante, tripuló un rompehielos y hace tres años
que capitanea el buque insignia de Greenpeace. Conoció al Dalai Lama, esquivó
misiles en las islas Marshall durante una prueba nuclear y apadrinó a dos
chicos etiopíes que se habían subido a su barco porque estaban muertos de
hambre. La mitad del año vive en el barco de Greenpeace y la otra mitad en
Tucumán. Por sus acciones ecologistas y pacifistas a bordo el “Rainbow
Warrior” estuvo preso en Estados Unidos, en Australia y Africa. Y ayer, la
policía española lo arrestó por bloquear el puerto de Rota, en Cádiz.
–¿Cómo bloquearon el puerto?
–A las nueve de la mañana, fondeamos el “Rainbow Warrior”, en medio del
canal del puerto de Rota, para evitar la salida del barco “Cape Horn”. Es
un buque de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos que lleva material bélico
al Golfo Pérsico. Nuestro barco apenas tiene 50 metros pero logramos bloquear
el paso del “Cape Horn”, que es mucho más grande, de 180 metros de
eslora. A la tarde, el secretario del juez del puerto de Rota subió al barco
con una orden judicial para arrestarme. Me dijo que estaba de acuerdo con lo
que hacemos “pero que lamentablemente así son las cosas”. Le dije que su
misión había terminado y lo invité a retirarse porque estaba en aguas
holandesas. (El “Rainbow Warrior” es de bandera holandesa).
–¿Qué pasó después?
–Fueron llegando policías de la Guardia Civil que se subieron al barco. Y
nosotros nos encerramos en el puente de mando del barco, que es como el
cerebro de la nave. Somos 28 tripulantes de más de 15 nacionalidades y también
está la encargada de prensa de Greenpeace de España, un fotógrafo y un
camarógrafo free-lance. Arriba, en cubierta, hay 45 policías. Supongo que
esperan que se haga más de noche –ahora son las nueve y media– para
cortar la cadena del ancla, romper los vidrios de la cabina y entrar para
arrestarnos. Seguramente esperan que esto no tenga demasiada publicidad. En el
canal hay varias lanchas de asalto, helicópteros, aviones y barcos de la
Armada y la Guardia Civil que nos rodean.
–¿Qué esperás que ocurra de ahora en más?
–Sabemos que nos van a arrestar una vez que logren entrar a la cabina.
Seguramente van a remolcar nuestro barco para sacarlo del canal y nos van a
llevar a alguna comisaría de la Guardia Civil.
–¿Qué repercusión pensás que va a tener esto en España?
–Mirá, los mismos policías que ahora están a bordo del barco esperando
para detenernos, cuando subieron nos felicitaron por todo lo que estamos
haciendo. El 97 por ciento de los españoles está en contra de la guerra y
para mañana, la CGT española organizó una marcha contra la guerra.
–Hace un mes la policía holandesa te arrestó junto a otros activistas de
Greenpeace por bloquearle el paso a un buque norteamericano que iba hacia el
Golfo.
–En Holanda tengo dos cargos: una contravención marítima, que es como
cruzar un semáforo en rojo pero que me puede costar hasta tres meses de prisión.
Y otro por ignorar una orden de un funcionario público. En Inglaterra también
tengo cargos por bloquear el puerto e ignorar la orden de la autoridad
portuaria en Southampton. También tengo cargos pendientes en Bélgica. Pero
esto es lo de menos comparado con las miles de vidas que se pueden perder en
Irak.
–¿Cómo se siente el resto de la tripulación?
–Estamos tranquilos pero cansados. Hace tres horas que estamos encerrados
pero tenemos suministros como para dos semanas, celulares y teléfonos
satelitales. Pero no nos vamos a mover hasta que el “Cape Horn” desista de
su viaje. No sé cómo va a terminar todo esto pero estoy seguro de que vamos
a evitar su salida. Por lo menos sus municiones no van a utilizarse en este
derramamiento de sangre que va a haber en Irak. El barco no pudo salir y lo
han vuelto a amarrar. Vamos a resistir hasta el final.
Reportaje: Milagros Belgrano.
Tomado de: http://200.61.159.98/diario/elmundo/4-17639.html
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