PRENSA

Tomado de www.rebelion.org  
O P I N I Ó N 

4 de noviembre del 2001 

Patriotismo infinito del PP
León Renard
Ciudadanía Global

Alentado por la arenga patriótica dirigida a los envilecidos, pero sobre todo descolocados, súbditos estadounidenses por el propio gobierno de EE.UU, el partido del PP prepara para su próximo congreso a celebrar en enero una iniciativa, cuando no trasnochada, si con un más que posible rédito político aprovechando una coyuntura internacional que les muy propicia. Una de las ponencias encargadas por Aznar es la denominada "Patriotismo constitucional".

Dado que el presidente del gobierno español ha hecho el ridículo más espantoso y patético, suplicando reiteradamente participar de forma más activa en la guerra contra Afganistán, porque a nadie se esconde que el Estado Español ha tenido al menos una presencia logística incuestionable, el mismo Aznar ha tomado nota de cómo está llevando su "igual" George W. Bush los asuntos internos por las consecuencias tras el 11 de septiembre . Especialmente se ha percatado que no hay nada como la moral patriótica más visceral, para imponer un nacionalismo españolista a través del adoctrinamiento por una constitución inamovible, aquella misma que Aznar, en sus tiempos de juventud se encargó de repudiar, seguramente por ser demasiado pretensiosa.

A nadie ha de extrañar que en fechas cercanas se reediten las arengas doctrinarias de los constitucionalistas, aprovechando el próximo cumpleaños el 6 de diciembre de la Constitución de 1978. Mientras el presidente converso se deshace en recordar las virtudes de la carta magna, los ciudadanos vemos cómo son los mismos representantes públicos los primeros en saltársela no con insignificantes temáticas. Valga como ejemplo que ha sido el propio presidente del gobierno el que se ha permitido omitir la máxima legalidad pasando por encima de las Cortes y del propio Rey, y que en la Constitución en su artículo 63 otorga a éstas dos instituciones declarar la guerra y hacer la paz. Pues bien, estamos inmersos en una guerra no declarada vaciando de contenido la soberanía, que según la misma Constitución, reside en el pueblo y por representación en las Cortes Generales. Mientras tanto los ciudadanos disfrutamos, gracias a la defensa a ultranza del gobierno, de una justicia infinita que mantiene a miles de presos preventivos por delitos menores o ciudadanos que tienen que ingresar en prisión después de años de cometido el delito, rehabilitados y con una vida rehecha, y otros, auténticos delincuentes de guante blanco, se encuentran en la calle gracias a fianzas millonarias, por delitos económicos, estafas ...y que en muchos casos dejan en la más absoluta miseria a miles de ciudadanos de a pie.

*León Renard es escritor y analista. Miembro del Foro de Debate Social. Tiene en preparación un texto analítico sobre los principios inspiradores y la inaplicabilidad real de la Constitución de 1978.

Revisado y traducido por Ana Montelongo.